Faena completa de Sara y Adrià

La primera medalla para la delegación española en la Universiada de Granada puede caer esta misma tarde. Sólo una tragedia evitará que Sara Hurtado y Adrià Díaz salgan del Iglú sin un metal. Si se cumple el guión sólo faltaría saber el color. De momento, plateado, pero un punto en un programa largo es una renta mínima, por lo que el dorado no es utópico. Por delante tienen a los italianos Guignard-Fabbri y por detrás a los eslovacos Testa-Csolley.

En el primer grupo, los italianos Charlène Guignard y Marco Fabbri, sextos en el Europeo, justo por detrás de Hurtado-Díaz, deleitaron, especialmente en el pasodoble, cuando se agarraron, haciendo una coreografía de altísimo nivel. Se notó en la puntuación, que creció de forma espectacular: 64.44. Sara y Adrià ya sabían a lo que se enfrentaban.

Tuvieron que esperar la representación de las parejas alemana (Urban-Lerche) y kazaja (Uzurova-Ali), ambas con una puntuacuón alejada de los metales: 44.26 y 46.86 respectivamente. Después, Sara Hurtado y Adriá Díaz se marcaron un programa corto pleno de sentimiento, con una coreografía flamenca llena de fuerza. El patinaje no fue del todo fluido, pero se fueron metido a la grada en el bolsillo. Pese a la euforia, el soufflé se bajó un poco tras la nota, que dejó a Sara y Adrià segundos con 63.12, aunque cerca de Guignard-Fabbri. Mejor marca personal de la temporada y con las espadas en todo lo alto para la final de hoy.

Quedaba por bailar la tercera pareja favorita, los eslovacos Testay Csolley, octavos en el Europeo, y las incógnitas rusa y china. Los primeros se pusieron cuartos y las dos parejas asiáticas, que llegaban sin marca, no inquietaron los puestos altos de la tabla. Los centroeuropeos fueron la dupla que más erró. Federica Testa estuvo a punto de caerse en el pasodoble y Csolley no pudo sujetarla el curve lift. Con 53.04 se quedaron lejos de su nivel pero les valió para tomar la tercera plaza, y de sobra.

La otra pareja española tiró de un repertorio muy 'cañí', con dos segmentos de flamenco y un pasodoble como Suspiros de España entre medias. El público, que esta vez sí llenó el Iglú, se entregó a una gran actuación. Celia Robledo y Luis Fenero, sin embargo, no encontraron el calor del jurado, que dejó su nota en 44.16