Foulquier, dos meses lesionado

No tenía buena pinta la lesión de Dimitri Foulquier cuando a cuatro minutos del final contra el Athletic se tuvo que salir del campo dejando al equipo con diez al tener todos los cambios agotados. Y los resultados de los análisis confirmaron lo peor. Dos meses de baja para el futbolista francés. Esto, unido a que los defensas Lombán y Saunier siguen sin recuperarse, y que el portero Ochoa no entrenó ayer complican el dibujo atrás para Paco Jémez.

Foulquier tiene "una lesión musculo-tendinosa a nivel proximal del recto anterior de su pierna derecha", según informó ayer el club, cuyos servicios médicos estimaron que su baja médica estará entre las ocho y las diez semanas. Es decir, prácticamente dos meses en los que Paco Jémez no tendrá recambio a Tito por la banda derecha, y teniendo en cuenta que ha confiado más veces esta temporada en laterales diestros para el flanco zurdo, el técnico se verá obligado a confiar en hombres que, de momento no le han demostrado mucho como el francés Franck Tabanou y el brasileño Gabriel Silva.

Precisamente, Paco Jémez tendrá que lidiar con más dudas en la zaga entre hoy y mañana para despejar la incógnita de la defensa que sacará en Mendizorroza. Lombán y Saunier siguen sin entrenar con el grupo, aunque el asturiano ayer pudo realizar algo de carrera continua en el entrenamiento.

En principio no corre peligro la participación del portero Guillermo Ochoa, que en la tarde de ayer no saltó a los campos de la Ciudad Deportiva para ejercitarse con sus compañeros. El mexicano se quedó haciendo trabajo de recuperación con el fisio del equipo al padecer una sobrecarga en el aductor de la pierna derecha. El club también informó que se espera que hoy mismo entrene de forma normal con la plantilla en la sesión a puerta cerrada que realizará el equipo. Mientras tanto, ayer le sustituyó el arquero del filial Tanis Marcellán.

En el entrenamiento de ayer no se dieron pistas sobre el posible once de Jémez ya que, previo calentamiento en el gimnasio, el plantel realizó un único pero complicado ejercicio que tardó más de diez minutos en explicar el técnico. Dividió a los jugadores en cuatro grupos que realizaron un circuito en el que, de un lado, se buscó practicar las trayectorias en los saques de banda con centro posterior. De ahí el balón pasaba del portero hasta la banda para salir con combinaciones rápidas pegadas a la cal. Luego la pelota pasaba a un dos contra uno en el que los jugadores debía poner intensidad, amargar el robo y salir en transición rápida. La última posta era perseguir y marcar al jugador que tocaba la pelota y se desmarcaba.

La sesión acabó con varios grupos ensayando disparos a puerta, penaltis y faltas con barrera. En esta última destacó el acierto de Luís Martins.