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Griezmann, de 'Principito a Rey'Modric, pequeño gigante, mejor jugador del Mundial

  • El galo coronó su gran Mundial con un gol y medio, una asistencia y liderando a la selección hacia el título

Antoine Griezmann marcó un gol y medio y asistió en otro para llevar a Francia a su segundo título mundial, para elevarse a sí mismo a una nueva categoría. El Principito ya es un Rey.

El delantero del Atlético fue el hombre decisivo en la final del Mundial de Rusia 2018 ante Croacia al lanzar la falta que derivó en el primer gol bleu, desviada por Mario Mandzukic a su propia portería, y anotar después un penalti con una calma tremenda. Además, asistió a Pogba en su gol. El partido más importante de su vida y respondió controlando los nervios como las grandes estrellas.

Tras perder dos finales de Liga de Campeones, el delantero consigue su primer gran títuloSu compatriota Pogba comparó la trayectoria del atlético con la que tuvo Zinedine ZidaneLa nominación lo deja en una buena posición de cara a The Best y al Balón de Oro

Hace dos años había vivido los dos momentos más tristes de su carrera. Perdió las finales de la Liga de Campeones y de la Eurocopa y en la primera de ellas, con la camiseta del Atlético, había fallado incluso una pena máxima .

En este 2018 se redimió conquistando la Liga Europa y ahora el Mundial siendo el gran protagonista. El 16 de mayo marcó un doblete en el 3-0 que le endosó el Atlético al Olympique de Marsella en la final de la Liga Europa y ayer en Moscú logró poner a toda Francia a sus pies.

Primero, botando en el minuto 18 una falta que él mismo había provocado. Mandzukic peinó el balón y lo coló en su portería. Como ninguno de sus compañeros lo celebró como propio, Griezmann corrió hasta el córner y se lanzó al césped para deslizarse de rodillas.

Veinte minutos después, engañó en el penalti a Danijel Subasic para poner el 2-1 en el marcador. Era un momento clave porque Ivan Perisic había conseguido poco antes el empate. Lo festejó con su celebración habitual: un curioso baile con la mano en la cabeza en forma de L que es un homenaje al videojuego Fortnite, el más popular del momento.

Paul Pogba marcó en la segunda parte el 3-1 en una gran jugada de los bleus que contó también con la participación de Griezmann en forma de asistencia. El 4-1 definitivo, obra de Kylian Mbappe, fue el único gol en el que no participó.

"Está en camino de convertirse en una leyenda", había señalado Pogba sobre Griezmann esta semana, cuando se animó a comparar la trayectoria del Principito con la que tuvo Zinedine Zidane.

"Es una persona muy querida en Francia y sobre el terreno de juego demuestra que es un grande. Deseo de todo corazón que marque un gol en la final del domingo", incidió el centrocampista del Manchester United. Dicho y hecho.

Zinedine Zidane son palabras mayores, pero Griezmann ya alcanzó algo que sólo Zizou y otros 21 futbolistas franceses lograron en 1998. Algo que no pudieron conseguir, por ejemplo, mitos de la talla de Michel Platini y Just Fontaine.

Ser campeón del mundo implica todo un cambio de estatus para Griezmann, un delantero de élite al que a sus 27 años todavía le faltaba un gran título en su carrera tras escaparse las dos finales de la Liga de Campeones. Lo conquistó en el estadio Luzhniki, coronando un Mundial en el que marcó cuatro goles (y medio), repartió dos asistencias y ejerció de líder sobre el césped. Más que Mbappe, más que Pogba. Más que cualquier otro jugador francés.

Rusia 2018 lo coloca además como un firme candidato al Balón de Oro y al premio The Best. Cristiano Ronaldo y Lionel Messi hicieron las maletas en octavos y Neymar los siguió en cuartos. Sus grandes rivales podrían ser el propio Mbappe y el croata Luka Modric.

Luka Modric es un gigante de 1,72 metros: quizás haya sido uno de los más bajitos en disputar el Mundial de Rusia, pero el croata fue nombrado mejor futbolista del torneo a pesar de perder la final.

El centrocampista del Real Madrid capitaneó a Croacia hasta el último partido del Mundial, en el que el equipo arlequinado perdió 4-2 con Francia en el estadio Luzhniki de Moscú.

Rusia 2018 se recordará como el Mundial de los goles a balón parado, de los equipos que triunfan sin pelota. Croacia fue una de las pocas excepciones y Modric, de 32 años, el gran culpable de que eso sea así. Es el capitán, el 10, la brújula, el líder del equipo.

"En un Mundial en el que todos con el balón parecen estar en apuros, la inteligencia y todo lo que regala Modric destaca sobre el resto", señaló Jorge Valdano en una columna para The Guardian.

Con el premio al mejor jugador, Modric dio además un paso de gigante hacia lo que puede ser su primer Balón de Oro, el primero para un jugador que no es Cristiano Ronaldo o Lionel Messi desde 2007. Motivos le sobran al croata.

Modric llegó a la final habiendo corrido más kilómetros que nadie desde que arrancó el Mundial. Fueron 63 kilómetros atacando, defendiendo, moviendo los hilos de Croacia, dando asistencias y marcando goles. En un deporte en el cual los profesionales son cada vez más grandes, más altos y más fuertes, Modric es la excepción.

Es cierto que tiene una resistencia prodigiosa -jugó tres prórrogas para llegar a la final-, pero su silueta dista mucho del prototipo actual de futbolista. Bregó en el medio del campo del estadio Luzhniki con Paul Pogba, 1,91 metros y casi 90 kilos de músculo.

"Tuve un camino difícil en la vida, pero lo importante es no ceder. Hubo obstáculos, hubo altibajos, pero siempre tienes que creer en ti mismo. Uno tiene que luchar contra los problemas para llegar al éxito y alcanzar los sueños. Eso es lo que me llevó a este punto", explicó el cerebro balcánico.

Nacido en Zadar el 9 de septiembre de 1985, Modric ya está considerado como el mejor futbolista croata de todos los tiempos. El que ocupaba ese lugar, Davor Suker, es ahora el presidente de la federación y no dudó en decir: "Si yo tuviera un voto para elegir al mejor, a Luka le daría tres votos".

El panel de expertos de la FIFA coincidió con Suker y le entregó a Modric el premio al mejor futbolista del Mundial. Eso lo coloca en la pole position para The Best y el Balón de Oro.

El croata celebró esta temporada con el Madrid su cuarta Liga de Campeones y en su palmarés lucen además tres Mundiales de Clubes, otras tres Supercopas de Europa, una Liga y una Copa del Rey.

No obstante, y como ocurre con cada héroe, Modric también tiene una cara oscura. El futbolista lleva tiempo involucrado en una trama judicial en la que empieza a mutar de figura secundaria en protagonista.

Acusado de falso testimonio, podría ser condenado hasta a seis años de cárcel. La acusación dice que Modric mintió en el juicio contra el ex directivo del Dínamo Zagreb Zdravko Mamic, condenado por malversación de fondos.

Pero ese tema, ahora, es secundario. "¿Cuánto tiempo has esperado para hacer esta pregunta? Esto es el Mundial", respondió la única vez que le preguntaron sobre el tema durante el torneo.

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