Desde su obligado retiro, Guille Rubio, ala-pívot del Covirán Granada, tiene muchas dudas de que la competición en la LEB Oro se pueda reanudar. Para el catalán, que está “deseando volver a entrenar y jugar porque es lo que uno sabe hacer y lo que más me gusta”, es “difícil saber que va a pasar con la competición”.

Rubio tiene claro que “si esta situación se alarga un mes o más y al final se reanuda la liga, si es que se hace, habrá que hacer una minipretemporada para volver a recuperar la forma”. Sin embargo, tiene considera que “eso haría que las fechas se alargasen y muchos clubes seguramente no estén dispuestos afrontar que se prolongue la temporada”.

Perder la forma

Pero, como todo en la vida, hay un lado positivo es que este periodo sin competir y es que “va a ayudar a recuperar molestias del cansancio acumulado durante toda la temporada, además de limpiar la mente”. No obstante, lo negativo es que “se pierde completamente el ritmo de competición y la forma”. Por ello, y a pesar de las dificultades para entrenar en casa, trata de “inventar cosas con la familia para no aburrirnos, estar el máximo tiempo posible ocupado y hacer algo porque de estar en casa todo el día, uno acaba hasta arriba”.

El ala-pivot pasa los días con su familia inventando actividades para no aburrirse.

Por último, en declaraciones aportadas por el club rojinegro, hizo una valoración de la temporada. “A todos nos gustaría estar en una situación mejor” señala, para afirmar que “en casa hemos competido bien pero nuestro debe han sido los encuentros lejos del Palacio de Deportes. A domicilio hemos competido en muchos encuentros pero no hemos sido capaces de cerrar algunos partidos y al final hemos terminado perdiendo”. Pese a todo, se muestra “orgulloso de mis compañeros porque cada día que hemos ido a entrenar después de perder partidos hemos trabajado bien y hay que tener la cabeza alta porque el grupo humano se lo merece todo”.