Se acabaron los experimentos. Hoy, a partir de las 12:30 horas (las 20:30 hora española) la granadina Carolina Ruiz afronta en la estación canadiense de Lake Louise el primer descenso de la temporada y de un intenso fin de semana. Mañana se disputará otro descenso y el domingo un supergigante, las tres, pruebas valederas para la Copa del Mundo del esquí alpino.

Descenso y supergigante son las dos disciplinas en las que la granadina se ha volcado en las últimas temporadas y más ha evolucionado, de la mano de su técnico, el italiano Valerio Ghirardi. Fue precisamente en Lake Louise donde la granadina comenzó a encadenar buenos resultados tras concluir decimocuarta en el descenso. Una semana después, en Aspen (Estados Unidos), firmó un séptimo puesto inédito hasta la fecha para el esquí español en la disciplina de descenso. Unos resultados que le valieron cerrar la temporada con la mejor clasificación de su carrera en la general de la Copa del Mundo: trigésimo quinta con 202 puntos y top 20 en las disciplinas de velocidad: decimonovena en descenso y vigésima en supergigante.

Ahora, tiene la oportunidad de mejorar esos resultados y pelear por estar entre las mejores esquiadoras del mundo en estas modalidades al final de la campaña que acaba de comenzar. No lo tendrá fácil. En la segunda sesión de entrenamientos para las dos pruebas de descenso de este fin de semana, celebrada ayer, Ruiz finalizó trigésimo tercera de 61 competidoras, a dos segundos y 67 centésimas de la mejor, la sueca Anja Paerson -que ya fue segunda en el primer entrenamiento del miércoles- que ayer marcó 1:51.36 y adelantó en diez centésimas a la francesa Marie Marchand-Arvier y en 46 centésimas a la favorita, la estadounidense Lindsey Vonn.

La granadina se mantuvo entre las veinte mejores en la primera parte, pero en el cuarto parcial cayó hasta la plaza 23 para ceder diez puestos más al final del trazado. En el primer entrenamiento, celebrado el miércoles, la esquiadora fue decimoctava.