No hubo sorpresa en la final de la Minicopa Endesa a pesar del sobresaliente partido que disputó Cajasiete Canarias (73-66). El Real Madrid impuso su ley y se alzó con el título (el octavo para ellos) gracias a un último cuarto en el que marcó las diferencias entre ambo conjuntos. El puertorriqueño Fernando Quiñones, MVP del campeonato, volvió a ser el jugador más destacado en los madridistas con 23 puntos y 27 de valoración.

La superioridad blanca en los porcentajes de tiros de campo en el tramo inicial del choque marcó la ventaja que los locales sacaron a lo largo de los primeros diez minutos. Los canarios, que no lograron alzar su precisión en el trascurso del segundo cuarto sí consiguieron mejorar sus prestaciones ofensivas, lo que redujo las anotaciones merengues y dejó un resultado abierto de 35-31 al descanso.

Campeón

El incremento de la confianza en las filas amarillas terminó por materializarse tras el paso por vestuarios. El equipo entrenado por Eduardo Vicente basó sus ataques en un inspirado Lipasi que finalizó en duelo con una impresionante valoración de 57 al anotar 32 puntos y recoger 31 rebotes.

El equilibrio acabó por romperse en el último cuarto, donde el Real Madrid metió la quinta marcha para ganarlo por 25-20 y acabar con las esperanzas de los insulares por hacerse con un título que pelearon a los favoritos hasta el último segundo. Ocho puntos de García en el tramo final finiquitaron el partido.

Resto del podio

Hubo dos encuentros que precedieron a la gran final. En la pelea por convertirse en el tercer mejor equipo del torneo, el Valencia Basket salió vencedor a costa del Real Betis Coosur (61-70). A la escuadra naranja le bastó con un genial primer cuarto para sacar una ventaja de +12 que los béticos no pudieron recuperar a pesar de unos impecables últimos diez minutos (18-8).

Grau fue el más destacado en los valencianos al anotar 13 puntos, atrapar 8 rebotes y lograr 14 de valoración. En los sevillanos sobresalieron los 13 rebotes de Doucoure y los 17 puntos de Castilla y Velasco.

Antes de este, se jugó el Joventut-Barça por el quinto puesto. Los blaugranas encontraron consuelo tras su decepcionante paso por la Minicopa al derrotar al conjunto de Badalona en un apretado 60-61 en el que brillaron Mahamadou y Barry.