En el Muro de las Lamentaciones

Año de lamentaciones. El CB Granada sigue su camino hacia el precipicio en medio de las lágrimas de todos y, hay que recordarlo una y otra vez, de la desidia y total abandono de su dueño y directivos. Mientras, unos jugadores se empeñan en la cancha en hacerlo lo mejor posible y, erre que erre, en demostrar que son unos profesionales.

l ¿PROFESIONALES?

Me viene a la memoria cuando hace unas temporadas se empezó a mandar a paseo a no pocas personas que habían estado en el CB Granada cobrando poco o nada. En su lugar llegó gente de fuera cobrando un pastón. El objetivo era "profesionalizar el club", según repetía por entonces José Julián Romero. Estos catalogados como profesionales han sido los que, a la postre, han hundido a la entidad en un pozo. Y como venían de fuera, todos se han ido como si nada. Vamos, que el futuro del CB Granada les importa un bledo.

l ARANDA

El último de los 'grandes' directivos que ha dejado su impronta en el club ha sido Julián Aranda. Su gestión ha dado sus frutos y una vez despedido ha desaparecido de nuestro mapa. Eso sí, no sin antes reclamar lo que se le debe. Es justo que lo haga, pero también lo es recordar que, cuando un jugador hacía lo mismo, el ex director general lo comentaba en tono sarcástico y burlesco. Ya por entonces nos preguntábamos en esta redacción cuánto iba a tardar él en hacer lo mismo el día que dejara el CB Granada. El que nos acusaba de no querer al club cuando había críticas, no ve el momento ahora de buscar el pin de un equipo con el que sustituir el hueco dejado por el escudo del CB Granada en el ojal de la solapa de su chaqueta.

l GUTIÉRREZ

Una de las víctimas de la 'profesionalización' del CB Granada es Quique Gutiérrez, que es entrevistado en la siguiente página (no se la pierdan). A él, obligado a dejar la entidad por querer tener siempre los pies en el suelo (sobre todo a la hora de manejar el dinero que había), le duele el CB Granada, un club que ha sido ingrato con los suyos y extremadamente generoso con los que han venido a lucrarse de él. Pues bien, Quique habla de futuro, algo en lo que se debería pensar desde ya. En la ciudad hay gente de baloncesto que se ha desperdiciado durante estos tiempos de vacas gordas. Sin duda serán los que, como ocurrió en su día, darán un paso al frente en esta época de desolación.

l NO PERDER EL TIEMPO

Si queremos mirar hacia adelante, tenemos que dejarnos de lloros. La realidad es la que es y las quejas no la cambian. Eso sí, lo que ha ocurrido es para darnos de cabezazos... en el Muro de las Lamentaciones. No pude ser en otro.