El teléfono de Álvaro Cámara lleva apagado varios días y ni siquiera está disponible para cualquier trámite con el club al que sigue perteneciendo. Tampoco para este diario. El centrocampista madrileño es el más afectado de los cuatro futbolistas 'cortados' por la entidad tras el ascenso de categoría, seguramente porque no se lo esperaba. Sí lo intuía Javi Casares, mientras que Martín Ortega y Berrocal aseguran que preferían no tener ideas preestablecidas antes de la reunión con Cordero. Todos, no les queda otra, viven resignados por no continuar, y orgullosos de haber formado parte de una experiencia que califican como "inolvidable".

"Tenía mucha ilusión por seguir, aunque si soy sincero, tenía la mosca detrás de la oreja desde que supe que Fabri seguía como entrenador", advierte con sinceridad el jerezano Javi Casares. "No tengo nada en contra del mister, pero teniendo en cuenta que apenas jugué desde que llegó, entendía que tendría difícil mi continuidad en el equipo, así que tampoco supuso mucha sorpresa", explica. Casares ha vivido una temporada irregular, en la que ha ido de más a menos, condicionado su rendimiento por una inoportuna lesión que le cortó el ritmo radicalmente. Ahora, confía en que "como el año pasado, me lleguen muchas ofertas para poder escoger un proyecto atractivo y demostrar mi valía como futbolista". Para Casares la mayor decepción no es dejar de formar parte del proyecto futbolístico, sino "tener que separarme de muchos de mis compañeros, que más que compañeros se han convertido en grandes amigos".

Martín Ortega asegura que "sólo puedo tener palabras de agradecimiento hacia Juan Carlos Cordero y Quique Pina, que ya apostaron por mí en el Ciudad de Murcia y también en el Granada CF". El futbolista se lamenta de que "esta temporada me ha faltado continuidad en el equipo y eso no me ha beneficiado, no he tenido la mejor fortuna ni toda la confianza necesaria", aunque reconoce que "ha sido mi mejor experiencia como futbolista, un año inolvidable en el que he vivido muchos momentos bonitos". Ahora, negociará la rescisión del contrato y se esmerará en "buscar la mejor opción posible para mi futuro.

En la misma tesitura se encuentra Jesús Berrocal, quien reconoce que, pese a la decepción por no continuar, "lo llevo bien". El ariete explica que "prefería no hacer cábalas, así que no sé decir si me lo esperaba o no, son cosas del fútbol, no cabemos todos y hay que aceptarlo". El cordobés, no obstante, todavía puede seguir ligado al club, ya que "me ofrecieron la posibilidad de una cesión, aunque es algo que todavía no me he puesto a valorar. Ahora prefiero descansar unos días".