Robben y sus ¿amigos? del Bayern

El holandés se medirá a sus compañeros de equipo entre las dudas sobre su rendimiento y las necesidades de ganar

B. Noel · F. Happe (Afp) / Jarkov

12 de junio 2012 - 05:02

El holandés Arjen Robben centrará gran parte de las miradas en Jarkov en el partido de su selección ante Alemania por el grupo B de la Eurocopa, donde se medirá a varios de sus compañeros de club, el Bayern Múnich, donde tiene amigos y enemigos.

"Arjen será nuestro adversario, no nuestro compañero. Así que durante el partido no seremos amigos, pero sí después, al final", explicó ayer el atacante muniqués Mario Gómez.

El extremo de la Oranje no espera ningún regalo del portero Manuel Neuer ni del resto de compañeros del Allianz Arena: Jerome Boateng, Holger Badstuber, Philipp Lahm, Bastian Schweinsteiger, Thomas Müller o el propio Gómez, en un partido donde Holanda, que cayó 1-0 con Dinamarca en el debut, no puede perder.

Robben no está en su mejor momento y, tras fallar un penalti en la prórroga de la final de Liga de Campeones perdida por el Bayern en su estadio ante el Chelsea inglés, su actuación en el debut en la Eurocopa no fue precisamente brillante. En los últimos meses ha tenido además problemas en el vestuario del Bayern, donde llegó a ser agredido por el francés Franck Ribery. Según el diario popular Bild, más de uno se alegró aquel día de ese incidente y se puso del lado del internacional de los Bleus, que luego pidió disculpas públicamente.

En enero de 2011, el holandés había abofeteado a Müller tras un partido ganado contra el Werder Bremen (3-1) porque el alemán le reprochaba no haberle dado un pase en una jugada del partido.

Los dos jugadores tuvieron que ser separados por Gómez y el ucraniano Tymoschuk. Robben, muy enfadado, habría intentado incluso agarrar por el cuello a su joven compañero. "Se puede discutir sobre el terreno de juego, pero no se debe gesticular con las manos. Es algo que odio", comentó tras aquel incidente. Desde aquella pelea, ambos mantienen una relación correcta, pero fría, a niveles siberianos.

El emblema y directivo del club Franz Beckenbauer tampoco parece simpatizar cien por cien con el holandés, al que reprochó ser "egoísta". "Eso se ve en su reacción tras una buena ocasión o un gol, no da las gracias a quien le ha dado la asistencia, pero corre hacia la grada para festejar con su familia. Es el resto del equipo el que tiene que ir corriendo detrás de él", había dicho el Kaiser. "Llegará un momento en el que alguien le dirá algo", insistió.

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