El Granada B está cada vez más cerca de Segunda B. Ayer, el filial rojiblanco supo hacer un partido muy serio, desactivando los puntos fuertes del Córdoba B y dando una lección de madurez pese a la media de 21 años con la que cuenta el equipo granadino en la recta final del choque, cuando los locales se pusieron por delante a ocho minutos del final.

Se preveían cambios en el once de Joseba Aguado pero no tantos. El técnico dejó en el banquillo a dos piezas fundamentales como Adolfo y Nico en el banquillo. En su puesto dio entrada a Crisitian, como era previsible, con Sergio Martín e Isco por delante y adelantó a Álex Carmona entrando Samuel Marfil en el lateral diestro. Goku partió de la izquierda con Pedro como referencia ofensiva. Un once para verlas venir y dependiendo de cómo se desarrollase el choque apostar por una variante más defensiva u otra más ofensiva.

Como en la ida, comenzó mandando el Córdoba B, necesitado de asustar y e imponer un ritmo alto de partido. Los rojiblancos, ayer vestidos de negro, esperaron a su rival en su campo tratando de sorprenderlo a la contra. Lo que si consiguió Aguado con la entrada de Crisitian fue cerrar las líneas de pase por dentro, ante la movilidad de Juan Guerra y Mane.

La primera oportunidad llegó por bando visitante a los once minutos tras una contra llevada por Isco que sirvió a Pedro, que desde la frontal, disparó por encima de Sillero. Había que asustar al filial cordobesista cada vez que se salía de la cueva o sino el duelo se haría muy complicado. Isco lo volvió a intentar seis minutos más tarde en una fase del choque en el que el cuero vivía más en campo verdiblanco.

Lo cierto es que en los primeros veinte minutos Dimitrievski no pasó por ningún tipo de apuro. La adelantada línea defensiva del Granada B permitía vivir sin sobresaltos. Se presionaba la línea de creación de los de Pablo Villa, donde Rafa Gálvez apenas entraba en contacto con el cuero siendo Toni Seoane el que trataba de llevar el peso en la medular pero sin fortuna. Sólo a través de largas conducciones de Mane o Javi Cabezas trataban de romper la ordenada defensa granadina.

La eliminatoria pudo cambiar a los 26 minutos tras un gran pase de Luis en profundidad a Pedro que el ariete cordobés no supo concretar ante Sillero, que despejó con los pies. Se perdonó, como también lo hizo Javi López a los 29' en una ocasión clarísima ante Dimitrievski que envió alto. Esta acción animó a los locales que, apoyados por su público, trataron de encerrar al 'B', pero no lo consiguieron.

A ello contribuyó la lesión de Dimitrievski, que tuvo que ser atendido y que permitió frenar el ritmo y tomar un poco de aire ante el sofocante calor que hacía mella cada vez más conforme iban pasando los minutos. Mane a los 36 minutos hizo emplearse a fondo al macedonio, que seguía renqueante. Y así llegó el tanto del Córdoba B. Un envió en largo a Juan Guerra, al que el guardameta podía haber llegado de haber estado en plenas condiciones físicas, permitió a Juan Guerra adelantarse al macedonio que salió muy lento y, de cabeza, marcar a puerta vacía. Un jarro de agua fría cuando el choque estaba controlado y no se pasaban apuros. Se llegaba al descanso con la sensación de haber cometido un único error que dejaba la eliminatoria igualada cuando menos se esperaba. Se había hecho un gran trabajo defensivo pero en este tipo de partidos un mínimo fallo cuesta muy caro.

Nada más comenzar el segundo acto, Juan Guerra, con un disparo cruzado, pudo ampliar la renta para los locales pero el esférico se marchó fuera. La réplica no tardó en llegar y Pedro, en la siguiente acción, obligó a Sillero a emplearse a fondo para mandar el cuero a saque de esquina. Había comenzado con mucha intensidad la segunda mitad aunque en el caso del Granada B un tanto obligaba a su rival a marcar dos para pasar de ronda. Pero tuvo que ser de nuevo Sergio Martín el que apareciera. Una falta sobre Pedro fue botada magistralmente por el maracenero que puso el cuero en la escuadra de Sillero. Un golazo para dar un golpe sobre la mesa y un giro a la eliminatoria.

La precipitación se adueñó entonces del filial cordobesista y al igual que le sucedió al 'B' en Los Cármenes, quería meter el tercer gol antes del segundo. Los visitantes, muy serios, apenas daban concesiones atrás. Pablo Villa trató de refrescar a su equipo arriba con cambios que no surtieron efecto pero que dejaron muchos espacios atrás. Era el momento de aprovecharlos y Aguado se percató. Retiró a Isco, metió por dentro a Goku y dio entrada a Nico en la derecha, mandando a Álex Carmona al flanco izquierdo. La velocidad de Nico se antojaba fundamental para finiquitar la eliminatoria.

El ex rojiblanco Mauro a diez minutos del final el que pudo dar vida a su equipo tras un mano a mano que erró ante Dimitrievski, ya recuperado. Sin embargo, fue Javi López en el 82', tras un rebote, el que no falló dejando a su equipo a un solo gol del pase a la final.

La recta final se hizo muy larga. Había que parar el partido. Tomarse su tiempo y tener más el balón dentro de lo que se podía ante la presión de los locales. Dimitrievski salvó ante Javi Cabezas a dos minutos del final. Pero una vez más, los cachorros rojiblancos volvieron a demostrar una lección de madurez, parando el partido y evitando que en el alargue el Córdoba B le generará ocasiones de peligro.

El ascenso a Segunda División B está a tan sólo dos partidos, un sueño que nadie podía imaginar a principios de temporada y que cada vez está más cerca por méritos propios.