Sólo los penaltis pueden con el Padul

El Padul murió en la orilla. Pese al enorme esfuerzo realizado, a los de Antonio Plata sólo pudieron superarles los del Viator desde la tanda de penaltis tras finalizar el partido y la prórroga con empate a uno.

Desde el primer minuto, los granadinos mostraron sus intenciones: perder tiempo y provocar al adversario para que entrase en su juego. Y así fue. Los locales cayeron en la trampa una y otra vez y se dejaron llevar por los nervios. Tanto que tuvieron que afrontar casi toda la segunda parte y toda la prórroga en minoría, al ser expulsados Ángel (66') y Juanfra (92'). A la prolongación se tuvo que llegar debido al 1-1, el mismo resultado de la ida. Adolfo adelantó a los almerienses con un potente disparo tras un error de la defensa (29'). De la alegría pasó al llanto, ya que tuvo que abandonar lesionado antes del descanso.

Tras la reanudación apretó el Padul, que avisó en un par de ocasiones. La igualada llegó con un disparo de Manolo desde fuera del área. Los visitantes no mostraron nada de fútbol, pero sí experiencia.

Con el paso de los minutos creció la tensión sobre el terreno de juego, sobre todo en una prórroga en la que se jugó más bien poco. Así, hubo que decidir en los penaltis. Los viatorenses se mostraron más efectivos en unas penas máximas que se alargaron demasiado debido al tiempo que se perdió por las expulsiones de Nono, que ya había lanzado su penalti, y el guardameta Serrano, por un gesto antideportivo. Hubo tanto desconcierto que hasta el colegiado Saameño Pérez no se dio cuenta de que el Viator ya era vencedor de la eliminatoria y Torero tuvo que lanzar un penalti de más para dejar claro que los suyos miraban muy de cerca a la Primera Andaluza.