La granadina Pipi Cardell se hace 'inolvidable' en la novena montaña más alta del mundo
Junto a su compañero Denís Urubko, la alpinista coronó el Naga Parbat en el Himalaya (8.128m) con una nueva vía en estilo alpino
La alpinista granadina María José ‘Pipi’ Cardell ha sentado un nuevo precedente a la hora de coronar una de las montañas más altas del mundo, llevando el nombre de Granada al cielo del planeta.
Se encuentra feliz, celebrando y también descansando tras alcanzar un logro de dimensiones históricas el pasado 10 de julio: llegar a la cima del Nanga Parbat (8.126 m), el noveno pico más alto del planeta, por una nueva vía abierta en estilo alpino. Un hito al que llegó junto a su compañero de cordada, Denís Urubko, tras seis días de escalada al límite físico y mental.
La nueva línea ha sido bautizada como ‘Nisabutka’, que en ruso significa “la chica inolvidable”. Un nombre cargado de simbolismo que rinde homenaje a las flores azules conocidas como “nomeolvides”, que crecen al pie de la vertiente Diamir, donde arranca esta ruta. En palabras de Cardell, se trata de “una vía elegante y lógica, técnica y de una dimensión que me ha llevado al límite”.
“¡¡¡LO LOGRAMOS!!!” celebraba la propia Pipi en una publicación en Instagram, donde ha compartido reflexiones profundas sobre el camino recorrido hasta alcanzar este sueño, que llevaba una década fraguándose junto a Urubko. “Diez años en los que hemos estado trabajando y preparándonos para algún día conseguir este sueño. Y el sueño se hizo realidad el pasado 10 de julio”, escribe la granadina, que ha acumulado a lo largo de estos años experiencias decisivas: aperturas en el Chapayev (Tien Shan) y el Ushba (Cáucaso), cimas como la del Khan Tengri o el Gasherbrum I, e intentos exigentes en otros gigantes del Himalaya.
Durante la ascensión al Nanga Parbat, las condiciones fueron extremas: “Cada tarde nos ha descargado tormenta y nieve fresca, hemos aguantado la caída de piedras, las avalanchas y el viento. Pero fue posible triunfar gracias a un compañero único”, escribe sobre Urubko. A él le dedica palabras de profunda admiración: “Ver la seguridad con la que escala en un terreno complicadísimo y a esa altura, raya lo surrealista. Su intuición basada en la gran experiencia y en una atención que roza la obsesión es garantía de supervivencia”.
Con la cima conquistada, Cardell no siente euforia, sino “tranquilidad”. “Todo el esfuerzo pasado encaja como piezas en un puzle. Nuestro sueño personal se ha completado y es tiempo de observar la realidad”, concluye su mensaje.
Pipi Cardell entra así en la historia del himalayismo como la primera andaluza en alcanzar la cumbre del Nanga Parbat y como una de las pocas mujeres que logran abrir una nueva vía en un ochomil en estilo alpino, la forma más comprometida y pura de afrontar estas montañas. Granada tiene desde este julio a su propia “chica inolvidable” en las alturas del Himalaya.
También te puede interesar
Lo último