El Covirán Granada debió disputar este sábado en el Palacio de Deportes su encuentro ante Orense correspondiente a la vigésimo quinta jornada de la LEB Oro que, debido a los efectos del coronavirus, se tuvo que aplazar. Los de Pablo Pin deberían haber vuelto a jugar ante su público, donde están demostrando sentirse mucho más cómodos que cuando viajan. Sea por la planificación de los viajes de la entidad presidida por Óscar Fernández-Arenas o simplemente por sus problemas para mantener la concentración en los minutos decisivos, el cuadro granadino se puede decir que es un equipo de andar por casa.

Porque ha sido en Granada donde ha sumado ocho de las nueve victorias que tiene en la tabla clasificatoria. Eso significa que, a domicilio, tan sólo ha vencido un encuentro, un dato demoledor que le convierte en el peor equipo visitante de la categoría. De las doce citas que ha jugado lejos del calor de su afición cayó en once, un guarismo que ningún equipo de la segunda categoría del baloncesto español iguala. Y es que incluso el colista, el cuadro gallego del Marín Ence Peixe, que tan sólo suma cuatro triunfos en lo que se lleva de temporada, ha ganado más duelos fuera que los de Pablo Pin. En concreto, uno más.

Cambio radical

Cifras que dicen mucho del nivel competitivo que están mostrando los rojinegros en la presente campaña y que nada tiene que ver con los números conseguidos a esta altura de temporada en el curso anterior. Porque hace un año, los nazaríes sumaban seis triunfos lejos del Palacio por otras derrotas, de ahí que ocuparan la quinta plaza con un balance de 15-9, justo al revés del que gozan en la actualidad (9-15).

Pablo Pin, junto a sus jugadores en un tiempo muerto.

Bien es cierto que en muchos de los choques ha tenido opciones de vencer, pues ha caído en dos de ellos por un sólo punto (Huesca y Oviedo) y en Melilla, en el que compitió hasta el final, por tres. Pero derrotas tan contundentes como las que sufrió en Mallorca, Almansa, Alicante, Cáceres o Lugo no dejan en buen lugar a una plantilla configurada para objetivos más ambiciosos pero que tendrá que conformarse, cuando se reanude la competición, por evitar el descenso a LEB Plata dado que el play off se encuentra ya a cinco victorias.