El Covirán Granada logra una nueva permanencia de infarto en la Liga Endesa

El Covirán Granada logró la permanencia en la Liga Endesa tras vencer al Gran Canaria por 74-67, en un duelo en el que llegaron a ir perdiendo por 16 puntos en la segunda mitad pero que, gracias al ambiente creado por la afición, consiguió la remontada en un final de infarto.

Con un Palacio de Deportes casi abarrotado, a los pupilos de Pablo Pin les costó entrar en calor pese a que la temperatura en la instalación del Zaidín no era precisamente baja. En los primeros cuatro minutos, el electrónico reflejó un pobre 3-4 pero, poco a poco, la maquinaria rojinegra comenzó a funcionar gracias al trabajo atrás. Al intercambio inicial de triples se unió el daño que hicieron los de Jaka Lakovic en la pintura, con seis puntos casi de manera consecutivos.

Sin embargo, cuando Lluís Costa comenzó a imponer el ritmo que más convenía, los locales igualaron la contienda (12-12). Un parcial de 0-5 provocó que los canarios se distanciaran empero la respuesta llegó con un 7-0 gracias a un triple marca de la casa de Jonathan Rousselle y cuatro tiros libres seguidos de Scott Bamforth y Malik Dime, llevó al primer receso del encuentro con una renta de dos puntos (19-17).

Blandos

El arranque del segundo cuarto no fue el mejor pues los grancanarios, de la mano de Ben Lammers con cinco puntos seguidos, voltearon el resultado. Tres primeros minutos en los que Bamforth no estuvo nada acertado y sin confianza, cosa que sí le ocurrió tanto a Jovan Kljajic y Pierre Pelos, que con dos triples consecutivos, obligaron a Pin a parar el partido a 6:41 del descanso con siete abajo. Había que ser más duros en defensa porque esa iba a ser la clave para ganar.

El resultado de Obradoiro en Santiago de Compostela, en un principio, ayudaba pero no se podía estar pendiente de lo que hacían los gallegos en su partido aunque si perdían, el Covirán estaba salvado. Lammers llevó la máxima, nueve de desventaja, fruto de cierta desconcentración de los granadinos. Dos puntos en cinco minutos para un parcial de 2-15 comenzó a decantar la contienda para los amarillos.

El Covirán se obsesionó con lanzar desde el perímetro pero no era el día, hasta ese momento, de Kwan Cheatham que lo intentó en tres ocasiones sin premio. Los bajos porcentajes en el tiro marcaban unos malos minutos que los de Lakovic lo aprovecharon. Llegaron a estar doce por delante pero las siete pérdidas, por una de su rival, fueron demasiada losa, al margen de los tiros libres fallados que impidieron meterse de lleno en el partido.

Malos minutos

El ‘Granca’ vivió plácidamente con una ventaja en torno a la decena y, por si fuera poco, controlaron al hombre referencia del ataque rojinegro, Cheatham, que anotó su primer punto, desde el tiro libre, a 1:50 del descanso y su primera canasta en juego a 22 segundos de irse a los vestuarios. Y su equipo lo acusó, vaya que si lo hizo. A ello se sumó que Obradoiro le dio la vuelta al choque ante el Joventut, por lo que al receso se fueron con los dos pies en la LEB Oro. Y es que el segundo periodo fue horroroso y los guarismos así lo reflejaron. Un global de 9-22 para un 28-39 que condicionó la reanudación.

La segunda mitad se inició con pocas novedades. Gran Canaria movió muy bien el balón y dos triples seguidos Pelos y Brussino hicieron que el técnico granadino parase el partido con apenas 69 segundos jugados tras una mala entrada de sus jugadores a cancha. En un pispás, el cuadro ‘pío pío’ se fue de 16 que era la renta a remontar. Algo que parecía imposible de hacer. Salió Bamforth que se juntó a Cheatham y Kramer, más Felicio y Costa. El quinteto, en teoría, más anotador.

El control del choque era canario y para meterse en el mismo necesitaba un parcial sin que su contrincante anotara, algo complicado por cómo movía el balón en ataque a diferencia de los granadinos. Un triple desde más de ocho metros de Cheatham y una bandeja de Rousselle hizo albergar esperanzas y despertó a la afición granadina...y sólo por acercarse a once puntos. Lakovic intentó frenar el ritmo del Covirán con un tiempo muerto a 4:12 del final del tercer periodo.

Quedaban trece minutos por jugar, todo un mundo, pero la renta no terminaba de bajar de los diez puntos hasta que la dupla formada por Wiley y Rouselle obraron el ‘milagro’. ‘Obra’ iba venciendo de 14 pero en el Palacio se cantaba el “sí se puede” con cinco abajo. Valtonen, con un triple, y Wiley empataron el choque a 53 tras ir 16 abajo con el que se llegó al final del tercer cuarto (53-53) tras un contundente parcial de 15-2.

La remontada

Los últimos diez minutos confirmaron la remontada con una canasta de Valtonen. El Palacio era una olla a presión y más tras un espectacular mate de Malik Dime al que sumó un 2+1 tras una gran asistencia de Rousselle que llevó la máxima diferencia para los rojinegros (60-53). Pocos se lo podían creer. Gran Canaria no parecía el mismo equipo y Rousselle, con un triplazo, lanzó diez arriba a los locales hasta que Brussino rompió la sequía con un triple contestado por Bamforth. Un parcial de 10-0 y si se contaba el final entre el final del tercer periodo y el inicio del cuarto, 25-3.

Miquel Salvó y Lammers pararon los ánimos desde más allá de 6,75 recortando la renta a cuatro puntos, lo que provocó que Pin parara el partido para calmar los nervios y la ansiedad a 4:41 del final pues los últimos ataques estuvieron marcados por la precipitación. Albicy apretó el duelo y tras una personal en ataque en un bloqueo, se llegaron a los últimos tres minutos con empate (66-66).

Minipartido de 180 segundos en los que nadie anotó hasta que Felicio, desde la línea de tiros libres, rompió la mala racha. A 53 segundos del final, Costa encestó desde la 4,60 tras una falta a Kramer que se fue lesionado pero el cambio fue ideal para sacar a uno de los más seguros. Cuatro arriba y tocaba defender. AJ Slaughter recibió falta y gozó de tres tiros libres de los que sólo anotó uno, capturando el rebote Rousselle.

La fiesta

A falta de 32’’ para el final, Felicio cometió falta en ataque. En el ataque amarillo Brussino recibió un tapón de Valtonen que fue objeto de falta. Anotó los dos tiros libres y le dio a su equipo un colchón de cuatro con 16 segundos por jugar. Pelos falló el triple y Cheatham certificó la permanencia en la Liga Endesa un año más y no sin sufrimiento. Hubo fiesta nacional y Granada seguirá en la élite del baloncesto español.