Covirán Granada-Lleida | Crónica y resultado

Lluís Costa lidera un nuevo triunfo del Covirán

  • La gran actuación del base catalán permite al conjunto de Pablo Pin sumar su séptima victoria de la temporada

  • Los rojinegros llegan a ganar de veinte puntos pero se atascan al final 

Lluís Costa supera a Badji en el duelo disputado en el Palacio de Deportes.

Lluís Costa supera a Badji en el duelo disputado en el Palacio de Deportes. / Jesús Jiménez / PHOTOGRAPHERSSPORTS (Granada)

El Covirán Granada logró ante Lleida una de esas victorias que, de cara al futuro, servirán de ejemplo. En un duelo dominado por completo, llegó a estar 20 puntos arriba y terminó sufriendo, pero finalmente sumó el séptimo triunfo (94-84) que le permite irse al parón de la competición con un gran sabor de boca.

El protagonista del choque tuvo nombre propio: Lluís Costa. El base catalán ofreció un clinic de cómo dirigir a su equipo pero, sobre todo, de acierto de cara al aro rival. El playmaker nacido en Sant Just Desvern fue, de largo, el mejor jugador y pronto se comenzó a comprobar que era su día. Tras un inicio de campaña con más dudas, la desgraciada ausencia de Christian Díaz ha provocado que asuma muchos más galones y, en las últimas jornadas, está rindiendo a un gran nivel.

Imparable

Tanto, que los siete primeros puntos de su equipo fueron obra suya y, a partir de ahí, fue imparable. Gracias a él y Thomas Bropleh, en menos de tres minutos ya doblaban los rojinegros a su rival (10-5). Además Michael Carrera, el mejor jugador de cuadro ilerdense y máximo anotador de la competición se lesionó, lo que fue aprovechado por los locales para, gracias a unos grandes porcentajes en el tiro, acribillar a los de Gerard Encuentra desde el perímetro. Nada menos que siete triples anotaron los de Pin en el primer parcial, destrozando la defensa zonal que le plantearon. Ello, unido a sus cero pérdidas, hizo que el Covirán alcanzara la cifra de 31 puntos tras un cuarto casi perfecto que concluyó con trece puntos de renta (31-18).

Los rojinegros anotaron siete triples en el primer cuarto logrando así una amplia renta

Obviamente, mantener ese nivel iba a ser muy difícil, como así fue. Lleida necesitaba los puntos de Carrera y tras un buen vendaje en el tobillo derecho regresó a pista y su equipo lo notó. Un parcial de 8-0 hizo que los nazaríes casi doblaran a su contrincante (39-20) para disfrute de una afición que pudo comprobar la calidad de sus jugadores. Pablo Pin ordenó jugar con tres grandes (Edu Gatell, David Iriarte y Jacobo Díaz) más Ellisor, pero el plan no funcionó.

Parcial 2-14

El ‘efecto Carrera’ comenzó a aflorar y un parcial de 2-10 obligó al técnico granadino a parar el choque con una ventaja de once puntos. Se llegó a encajar un 2-14, por lo que no tuvo más remedio que devolver al parqué a Lluís Costa y éste respondió a lo grande. Alcanzó los 26 puntos en su haber al descanso y es que de él fueron los últimos diez del Covirán, lo que permitió regresar a la tranquilidad, alcanzado los 55 puntos en 20 minutos y una renta de 14 arriba al receso (55-41). Una vez más, los porcentajes fueron excelentes pero, como casi siempre, la única pega fueron los nueve rebotes ofensivos que capturó Lleida y que fue lo que le mantuvo vivo al descanso.

El objetivo en la segunda mitad era controlar el foco anotador de Carrera, un jugador muy versátil e intenso en un equipo muy fuerte físicamente. Pero la defensa, Bropleh y un nuevo triple de Costa lanzaron 19 arriba a los locales en un pispás. Los catalanes lo intentaron por todos los medios pero Costa lo impidió. Anotó siete puntos más y asistió a Iriarte para alcanzar los 20 de ventaja, lo que provocó que Encuentra pidiera de nuevo tiempo muerto (67-47). No encontraba soluciones para frenar a un jugador on fire que dominó el partido como quiso y ofreció una auténtica lección sobre la pista. Como no podía ser de otra manera, cuando fue cambiado para tomar algo de oxígeno recibió una gran ovación cantándole la afición granadina “MVP”. Lo merecía.

Germán Martínez anota una bandeja que terminó siendo decisiva. Germán Martínez anota una bandeja que terminó siendo decisiva.

Germán Martínez anota una bandeja que terminó siendo decisiva. / Jesús Jiménez / PHOTOGRAPHERSSPORTS (Granada)

Y, de nuevo, un parcial 2-9 terminó con Pin pidiendo tiempo pues con Carrera controlado, apareció Shaquille O’Neal. No es precisamente el histórico jugador de la NBA, pero hizo daño en la zona en su debut con Lleida. El choque no peligraba pero el técnico nazarí no quería ni un atisbo de relajación en sus hombres. El episodio de Palencia no quería que se volviera a repetir. Pero de ganar por veinte se pasó a ocho (74-66). El rebote ofensivo seguía siendo una pesadilla y eso impidió llegar a los últimos diez minutos tranquilos.

Marcador apretado

O’Neal se echó al Força Lleida a sus amplias espaldas y el marcador se estrechó en el comienzo del cuarto decisivo. La grada comprobó que su equipo se había atascado en ataque y apoyó como no lo había hecho antes en el duelo. La confianza de los visitantes fue en aumento y, con una mejora defensiva, llenó de dudas al Covirán. Hughes acercó a Lleida a cuatro puntos pero los tiros libres tras dos faltas personales de O’Neal y una penetración de Bropleh dio un respiro (80-70).

Costa anotó 35 puntos y Thomas Bropleh hizo 20, siendo los líderes en ataque

De nuevo apretaron los ilerdenses y se acercaron a cuatro. Era el momento de Costa, que llegó justo a los últimos cuatro minutos pero que aprovechó una técnica a Carrera y una falta de Schreiner para anotar dos tiros libres de tres intentos y dejar en seis la renta a falta de 3:30. Una falta de Bropleh a Schreiner cuando lanzaba un triple pudo acercar a tres a Lleida pero el austriaco sólo anotó uno. Además, Hughes perdió un balón en una recepción y eso dio mucho aire al Covirán, que en cancha delantera no estuvo fino en el último cuarto.

Parón

Carrera llevó el nerviosismo a la grada en los últimos dos minutos pero los tiros libres y un triple final de Pere Tomàs sellaron la victoria para un equipo que mereció haber llegado más holgado a la recta final. Y es que en una competición tan igualada como la LEB Oro, a la mínima relajación el rival lo aprovecha. Son ya siete los triunfos. Los de Pin se pueden ir tranquilos al parón de la liga con los deberes hechos. Se lo han ganado.

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