Covirán Granada-Real Canoe | Resultado

El Covirán Granada se desata a base de triples

  • El conjunto de Pablo Pin se desata en ataque en el tercer cuarto y se aleja de los puestos de descenso a base de triples

  • Un parcial de 40-9 tras el descanso deja finiquitado el duelo

Watson no estuvo brillante en anotación pero se fajó en la zona.

Watson no estuvo brillante en anotación pero se fajó en la zona. / Carlos Gil

Dicen los amantes del baloncesto moderno que contar con una línea exterior es garantía de éxito. Otros defienden que es desde la defensa y el rebote como se ganan los partidos. El Covirán Granada cuando defiende suele ganar pero muchas veces abusa del tiro exterior y no siempre ha estado acertado. Ante el Canoe, lo estuvo y en un tercer cuarto impresionante, desarboló a su rival a base de triples (84-65) para alegría de una afición que disfrutó como esta campaña aún no lo había hecho en el Palacio.

La ansiedad por tener que ganar el choque le pasó factura a los rojinegros en la primera mitad. De hecho, tardaron casi tres minutos en anotar. Lo hizo David Iriarte, que salió enchufado y fue el autor de los seis primeros puntos de su equipo. Pero pese a su buen rendimiento en cancha delantera, desde el banquillo se tomó, de manera incomprensible para la afición, la decisión de sentarlo en el banquillo y no volvió a jugar en toda la primera mitad. No tenía ningún problema físico como reconoció Pin tras el choque, pero el caso es que su ausencia frenó el caudal ofensivo.

Debut

Fue sentarse el mallorquín y el Covirán se atascó en ataque. Momento que aprovechó Olaf Schaftenaar para ir entrando en juego y mantener a su equipo en el partido, gracias a su mano desde el exterior. Pero la cita tenía un aliciente más que no era otra que ver por primera vez a Mykal Riley, reciente fichaje que nada más entrar en cancha anotó un triple dejando una buena tarjeta de presentación. También regresó Bortolussi, pero su aportación no sirvió para que los madrileños se impusieran en el primer cuarto por dos puntos de renta (14-16). Debido, principalmente, a la calidad de Kristian Kullamae, que fue el que puso por delante por primera vez a los de Miguel Ángel Aranzábal.

A los rojinegros les costó mucho anotar en la primera mitad pero luego se desquitaron

Riley siguió jugando en el arranque del segundo periodo, demostrando que puede aportar en otras facetas del juego más allá de la anotación. Evidentemente se le notó por momentos despistado, no se conoce los sistemas, pero asistió y trató de ayudar en el rebote y en defensa, aunque no es su mejor virtud. Se le ven detalles de jugador que sabe lo que hace pero es muy pronto para sacar conclusiones. Un parcial 2-5 en el arranque obligó a Pablo Pin a parar el choque, con Canoe cinco arriba. Las sensaciones no eran las mejores y el técnico granadino quería realizar ajustes en defensa. Se movió el banquillo buscando soluciones, siendo Corts el único que no participó.

Siempre Rubio

Tuvo que ser Guille Rubio el que asumiera la responsabilidad en ataque una vez más para evitar que los visitantes se marcharan en el electrónico, con comenzaron a ver el aro con más facilidad gracias a Álvaro Lobo, Ander Martínez y Lundqvist. Sin embargo, y eso nadie lo duda, el Covirán tiene calidad, que fue la que sacó a relucir Diego Kapelan para anotar un triple, sus únicos tres puntos en el primer tiempo, e igualar el choque a 29. No obstante, Lobo evitó que ambos contendientes se fueran al receso empatados y sumó dos nuevos puntos que dejaban el choque muy abierto de cara a la segunda mitad. Se había dominado el rebote de forma clara pero las pérdidas fueron un lastre una vez más. Al menos, en los lanzamientos de dos se mantuvo el tipo, no así desde más allá de 6,75 con un pobre 20% de acierto. Había aspectos que mejorar.

Riley debutó con el Covirán mostrando buenas maneras. Riley debutó con el Covirán mostrando buenas maneras.

Riley debutó con el Covirán mostrando buenas maneras. / Carlos Gil

Y vaya que si se mejoró. La ‘Pinina’ al descanso surtió su efecto y los granadinos salieron arrollando a su rival. Schaftenaar amplió la renta de Canoe pero a partir de entonces el Covirán fue un ciclón. Lo más curioso de todo es que la remontada se inició con Iriarte de nuevo en pista. El ala-pívot anotó cinco puntos de manera consecutiva, permitiendo a su equipo ponerse de nuevo por delante en el marcador. Puso su granito de arena, pero volvió al banquillo cuando mejor estaba.

Los de Pin anotan nueve triples tras el receso siendo Kapelan autor de cuatro de ellos

Afortunadamente no fue necesaria su aportación pues el relevo lo tomaron Joan Pardina, Carlos de Cobos y, sobre todo, Diego Kapelan. El primero anotó dos triples, al igual que el segundo pero fue el escolta bosnio-canadiense el que se desató con doce puntos de manera consecutiva que levantaron al Palacio y que permitió endosar un parcial a Canoe de 40-9. Una auténtica barbaridad que dejó el choque más que sentenciado.

Nueve triples

El aro era una piscina y todo el que lanzaba desde el exterior anotaba. De llegar al descanso con un 2 de 13 de triples, se pasó a un 11 de 24, o lo que es lo mismo, fusilaron a los madrileños desde la línea de tres con nueve aciertos. Pero para que los de fuera tiraran tan cómodos como lo hicieron, el trabajo de hombres como Watson y Rubio en la zona fue clave. El primero se fajó en la pintura y el de Tarrasa mantuvo una línea de regularidad aportando en ambos lados de la cancha. De hecho, terminó siendo el segundo más valorado tras Pardina.

Desquiciados

Los de Aranzábal estaban desquiciados pues eran incapaces de frenar el vendaval rojinegro, pero tiraron de orgullo en los últimos diez minutos conscientes de que el choque estaba más que finiquitado. El Covirán, por su parte, se dejó llevar pero su renta no bajó en exceso. Era el momento de darle minutos a los que no habían jugado como Carlos Corts, al que le tocó esta vez estar más en el banquillo que en la pista. Tampoco regresó Iriarte, sorprendentemente, ni Riley que se hizo daño en un tobillo y no había necesidad de forzar. El objetivo ya se había logrado. El Covirán respira y quiere que el duelo sea el punto de inflexión esta temporada. Lo necesita.

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