El Covirán Granada sumó una nueva victoria en el Palacio de Deportes al imponerse al Real Valladolid por 14 puntos (89-75). El choque en su primer cuarto tuvo mucho ritmo. Tanto que el intercambio de canastas fue una constante. La igualdad fue la protagonista y la máxima ventaja que obtuvo el cuadro granadino fue de tres puntos por cuatro de los vallisoletanos.

El dominio del rebote, en especial el ofensivo, de los locales permitió a los de Pin mantenerse en el duelo. En el último minuto, un apagón del electrónico del Palacio de Deportes cortó el ritmo a ambos equipos que terminaron los diez minutos con un resultado de 23-21.

Segundo cuarto

La tónica no cambió en el segundo parcial. Se bajó un tanto el poder anotador de ambos equipos, el juego fue algo más trabado debido a que apretaron en defensa pero el Covirán, que siempre fue por delante, no supo marcharse de más de cinco puntos. La aparición de Kavion Pippen, sobrino del mítico jugador de los Chicago Bulls Scottie Pippen, generó muchos problemas pero el Covirán supo controlar los demás focos anotadores de los pucelanos, para irse al descanso tres puntos arriba (42-29).

Reanudación

Tras el descanso, a los de Pablo Pin les costó distanciarse. Pippen era el amo de la zona y, bien ayudado por Berg, lideró a su equipo en ataque. Aún así, los locales siempre fueron por delante. Se buscaron soluciones y el tiro exterior fue clave para ampliar la renta. Cuatro triples, dos de ellos de Pere Tomàs, permitió alcanzar los nueve de renta (64-55), la máxima de todo el duelo pero se entró en los diez minutos decisivos seis arriba (67-61).

Cuarto decisivo

En los diez últimos minutos, el tiro exterior permitió romper el partido. Pero también el trabajo en defensa. Costó superar la barrera psicológica de los diez puntos, logro que consiguió Germán con un triple que otorgó la máxima ventaja del duelo (83-71) a 4:43 del final. De ahí al final, bastó con administrar la renta para conseguir la decimotercera victoria de la temporada