Granada cf | valladolid · análisis

Con el empuje no es suficiente

  • Fabri apuesta de inicio por el 1-4-1-4-1 y después cambia en la segunda parte con la entrada de Mikel Rico al campo · Dani Benítez se ubica en la derecha y el equipo acusa su falta de desborde

En Sevilla ante el Betis falló la defensa y Fabri ya tenía pensado recomponerla para evitar un agujero como el que se produjo en la primera jornada. Entraron Mainz y Lucena en el centro de la zaga, mientras que continuaron los mis laterales. Ante el Valladolid fueron otros los problemas que llegaron. La defensa estuvo más fina en general, aunque los errores se produjeron en el juego en conjunto del equipo a la hora de iniciar los ataques hacia la portería rival. El equipo pucelano demostró en la primera parte estar un escalón por encima y se le vio superior. Los locales renunciaron al balón. Otra historia fue tras el descanso, aunque el empuje no fue suficiente.

Renuncia al balón

Fabri sorprendió de inicio al dejar fuera del once al chileno Fabián Orellana. Apostó por Carlos Calvo, pero lo que tuvo menos sentido es que lo ubicara en la banda izquierda, pese a que empezó jugando por el otro costado. Dani Benítez se fue a la derecha y ahí apenas tuvo capacidad para desbordar. Tendió a irse hacia dentro y terminó perdido. Sólo a balón parado fue capaz de desquitarse de su salida del sitio natural. No se funcionó por las bandas ni tampoco por el centro del campo. Se continuó con el 4-1-4-1 que se está aplicando esta temporada como sistema. La apuesta no dio resultado. Álex Bergantiños no fue el de otras veces y acabó sustituido en la segunda parte. Óscar Pérez y Abel Gómez andaron despistados y sin perdieron el control en el centro del campo, circunstancia que fue aprovechada por Jorge Alonso y Álvaro Rubio para imponer su ley en la medular. En defensa hubo algunos desajustes, aunque no fueron demasiados, si bien uno de ellos dio lugar al tanto de Calle al pillar a la defensa fuera de sitio.

Permutas en ataque

Hubo cambio de sistema en la segunda parte. Se sentaron Álex Bergantiños y Dani Benítez y ocuparon sus lugares en el terreno de juego Orellana y Mikel Rico. Se optó por un 4-2-3-1 en un principio para tratar de ser más ofensivo. Óscar Pérez y Mikel Rico actuaron por el centro, mientras que Orellana se fue a la izquierda y Carlos Calvo a la derecha, con Abel Gómez de media punta. La apuesta sólo duró diez minutos. Y es que entró Collantes, que se fue a la zona derecha y Carlos Calvo alternó entre la izquierda y la media punta con Carlos Calvo. Eso llevó de nuevo a Abel Gómez al centro del campo para acompañar a Mikel Rico con la salida de Óscar Pérez.

Entradas por la derecha

Con el paso de los minutos y el marcador en contra se fueron asumiendo más riesgos. Guilherme fue expulsado mediada la segunda mitad y Collantes profundizó mucho más por la zona que dejó el brasileño. Pese a que Antonio Gómez trató decubrir esa parte, el Granada CF vio posibilidad de hacer daño por la derecha. Tanto Nyom como Collantes entraron y centraron mucho, pero no hubo quien rematara esos balones.

Defensa de tres

En la última fase del encuentro el sistema giró a ser aún más ofensivo. Fabri optó por una defensa de tres, con Nyom, Mainz y Siqueira. Lucena se fue hacia adelante para acompañar a Orellana y Álex Geijo. El objetivo era cazar algún balón por arriba. La acumulación de jugadores en ataque valió para pisar más el área, aunque las ideas no fueron claras y el Valladolid supo aguantar esas acometidas para soportar su mínima ventaja.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios