No está nada mal, que diría un castizo. Aún no ha terminado el año para el Covirán Granada porque en baloncesto se apura hasta el final –el domingo cerrará 2018 con la visita a uno de los gallitos de la LEB Oro, el Bilbao Basket–, pero se puede decir que el equipo de Pablo Pin va a terminar una primera parte del campeonato con nota, lo que para un debutante en la competición dice mucho.

Después de catorce partidos presentar un balance positivo en lo deportivo –ocho victorias y seis derrotas– habla bien de la empresa, que en este caso es la Fundación CBG.

Sin vacaciones

Lo dicho. El baloncesto lleva otro ritmo que los 'señoritos' del fútbol y la competición sigue. Como cantaba Queen, el espectáculo debe continuar. Y continúa. Así que después de los polvorones, Pablo Pin y sus jugadores vuelven al trabajo. Apenas hay tiempo para saborear la victoria del pasado sábado ante el colista, que se unió a la conseguida una jornada antes en la cancha del Mallorca.

Precisamente, estos dos triunfos fueron la contundente respuesta a la a su vez contundente derrota que sufrió el equipo granadino en el Palacio ante un Betis que se puede considerar de ACB la próxima temporada. Esta capacidad de reacción, ya se ha dicho más de una vez, es de momento una de las características del Covirán de esta temporada.

Hasta el día de Reyes

La escuadra nazarí cerrará el año Bilbao, donde el Covirán jugará un partido de esos que se dicen que no hay nada que perder y sí mucho por ganar porque los vizcaínos son de esos equipos llamados a acompañar al Betis en su 'ascensión' a la élite nacional.

Luego, volverá al Palacio, donde se le esperará con ganas el mismo día de la festividad de los Reyes Magos, en la que más que el incienso y la mirra lo que disfrutarán los aficionados será el oro de la categoría. El rival ese día será el Cáceres, un equipo que a pesar de su nombre atraviesa un mal momento deportivo que lo ha llevado a luchar por eludir el descenso. Será, por tanto, otro partido trampa, tal como definió Pin el choque ante el CB Prat. Si se juega con la motivación e intensidad que contra los catalanes el resultado no debe ser muy diferente.