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Dos estilos en las antípodas

  • Fabri lo tiene claro a domicilio y juega un fútbol directísimo, sin que le preocupe no tener la posesión del balón · Las Palmas apela al juego combinativo y cocina con mimo y estética sus muchos ataques

Los caminos que conducen a los éxitos en el mundo del fútbol pueden ser muy distintos, opuestos en muchos casos. Los equipos son capaces de alcanzar sus objetivos apelando a muy diversas armas. La historia futbolística está plagada de escuadras que han alcanzado la gloria con un fútbol de músculo, carente de brillantez y vistosidad, pero efectivo; o de otros que han logrado sus éxitos a base de contragolpes y juego vertical, sin florituras por el centro y sí mucha velocidad en las acciones. Dos estilos antagónicos, pero ambos válidos, se enfrentaron ayer en el verde canario, el combinativo de Jémez ante el directo de Fabri. Al final las tablas certificaron la validez de ambas propuestas, pese a que en el resultado final pudo pasar cualquier cosa.

Al espacio

Los futbolistas rojiblancos prefirieron buscar los espacios antes que los hombres. Las órdenes desde la caseta eran muy claras: no importaba no disponer del cuero, y posiblemente tampoco que las posesiones fueran cortas, lo fundamental era explotar la velocidad de los hombres de banda, así como valerse de las virtudes de Geijo (capaz de convertir melones en pelotas) cuando se trata de bajarla de espaldas. El hombre más capacitado para dar pases entre líneas, Óscar Pérez, se mantiene como suplente ante Abel Gómez, que a Fabri le vale más porque le aporta más cosas, sobre todo sin la pelota. Rico y Bergantiños, por su parte, bastante tienen con equilibrar la medular, ante el carácter ofensivo de los laterales, especialmente el derecho de Nyom. Así que queda poco margen para la creatividad, pero sí mucho para el contraataque, sobre todo ante equipos valientes, como el amarillo.

Al hombre

Los futbolistas canarios prefirieron buscar los hombres antes que los espacios. Habrá que ver al resto de equipos, incluido el filial del Barcelona, pero va a ser difícil que otro conjunto de la categoría se parezca más a lo que es el Barça para sus rivales en Primera. Los de Paco Jémez cocinan la jugada aunque para ello tengan que valerse de veinte pases seguidos. Es una escuadra que tiene permanentemente en movimiento a sus futbolistas, que se valen de apoyos en corto, paredes y pases entre líneas para llegar con efectivos, continuidad y mucho peligro a las inmediaciones o el interior del área. Todo ello es posible gracias a la técnica y la habilidad de los jugadores, con especial mención a los jovencísimos Vitolo y Jonathan Viera, secundados por la experiencia de hombres como Guayre en punta y Josico como escudero por detrás. Es un estilo preciosista, de los que gusta a los aficionados más exigentes. Se entiende que los hinchas amarillos disfruten tanto con su equipo y tengan más ilusión por este proyecto que por ningún otro cercano en el tiempo. ¿Será porque en el once de Jémez había siete canteranos autóctonos?

Así será siempre

Fabri, el Granada, va a jugar así el 90 por ciento de las veces cuando le toque fuera de Los Cármenes, si no es el cien por cien. El objetivo es la puerta a cero. Al gallego le gusta decir que se puede tener el control del partido aunque la pelota la gestione el rival de turno. Pese a que la sensación desde fuera sea otra, su hipótesis quedará perfectamente certificada si obtiene puntos. Sólo así. Como ayer.

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