El baloncesto en Granada, hoy bien representado con el éxito de la Fundación, ha contado con varios protagonistas a lo largo de su historia. Pese a que para el seguidor casual de este deporte los primeros nombres en llegar a su cabeza son los gigantes y caducos Oximesa y Club Baloncesto Granada, existieron otros predecesores del basket provincial. La ciudad siempre estuvo presente a medio camino entre la segunda y la tercera categoría del deporte nacional, con conjuntos como el Aguas de Lanjarón y el Universidad de Granada a la cabeza, que incluso llegaron a alcanzar lo que hoy en día es conocida como Liga LEB Oro.

Oximesa

Si centramos la atención en los equipos que mayor masa social han movido y generado, debemos empezar por el Oximesa, fundado en 1979 y que sólo necesitó cuatro años de vida para plantarse en Primera B, en la que habitó durante tres temporadas (de 1983 a 1986) antes de llegar a la ansiada ACB. Para ello, jugó una eliminatoria contra el Caja de Ronda que se decidió en la ciudad de Málaga. Los granadinos ganaron en casa –por aquel entonces el Pabellón Murado de Albolote– por 88-77 y sentenciaron a domicilio por 81-91 en una memorable actuación de Larry Spicer (anotó 35 puntos), lo que significó la primera vez en la historia del baloncesto local que un equipo disputaba la máxima categoría española.

Lamentablemente, la subsistencia del Oximesa fue tan exitosa como reducida, pues desapareció en 1992, con el Palacio de los Deportes recién inaugurado y coincidiendo con el malogrado descenso desde la ACB. Por suerte para la provincia ya había otro equipo más que listo y preparado para coger el relevo.

CB Granada

Nació en la Liga EBA y su primer nombre fue Club Asociación Baloncesto Granada (más tarde CB Granada). En su segundo curso en la competición, recién estrenada y dividida por conferencias, la escuadra nazarí subió a la ACB. Un camino extenso y pedregoso a lo largo de una dilatada temporada llevó a los granadinos a una ‘liguilla’ de ocho equipos que se jugó en Lugo. Allí, eliminó al Monte Huelva, al L’Hospitalet de Llobregat y finalmente al Pamesa Valencia.

Pese a que se ascendió deportivamente, la Liga ACB estaba ‘cerrada’ y no autorizó el ingreso de los nazaríes en la categoría, por lo que el Ayuntamiento avaló la compra de la plaza del Salamanca.

Su mejor temporada en la élite fue la 2009-10, en la que terminó en una más que meritoria décima plaza. Tras este éxito, la economía del club no permitió reunir un equipo acorde a las exigencias para el siguiente curso y el CB Granada consumó el descenso a la LEB Oro, lo que sería el principio del fin de la entidad. En la 2011-12, tras una nefasta campaña deportiva e institucional, el mítico conjunto nazarí desciende a LEB Plata y, pocos días después, anuncia su desaparición, obligando a la Fundación a dar un paso adelante que ya es histórico.