El parqué
Con el foco en Ucrania
Mucho se ha hablado de la contaminación de la ciudad de Pekín, quizás demasiado. La mayoría de los deportistas que se verán afectados por este fenómeno tienen la sensación de que se está exagerando. En el terreno atlético es el caso de los 'cincuenteros', maratonianos, triatletas y de los marchadores de 20 kilómetros, entre los que se encuentra el accitano Paquillo Fernández, una de las principales bazas de la selección española.
China está preocupada por su imagen y por ello ha puesto en marcha un plan de emergencia para reducir gases contaminantes. Según explicó recientemente en una entrevista el subdirector del comité organizador de los Juegos Olímpicos de Pekín, Sun Leiden, se han reubicado más de un centenar de fábricas químicas, siderúrgicas y farmacéuticas fuera de la ciudad y piensan sustituir un total 300.000 taxis y autobuses por vehículos menos contaminantes. El Gobierno chino lleva semanas metiendo prisa a los constructores para que terminaran las obras en un tiempo récord, para que el polvo de los nuevos edificios se asentara.
Las restricciones en el tráfico han sido muy importantes, hasta el punto de que las autoridades de Pekín han construido cuatro nuevas líneas de metro que evitarán el desplazamiento de miles de vehículos, reduciendo así la polución.
El Gobierno de China restringirá, asimismo, el tráfico rodado en la capital asiática antes y durante la celebración de los Juegos Olímpicos para elevar la calidad del aire y permitir una mejor circulación a los visitantes. Desde el pasado 20 de julio hasta el 20 de septiembre todos los automóviles privados tienen permiso para circular ciertos días. La discriminación se hace en base a los números finales de las matrículas: si es impar se puede utilizar el coche unos días y si es par, otros.
El motivo de todas estas medidas es la polución del aire en la ciudad de Pekín, que ha llegado a situarse en 2008 hasta cinco veces por encima de los estándares saludables marcados por la Organización Mundial de la Salud. El Comité Olímpico Internacional, a través de su presidente Jacques Rogge, ya manifestó su confianza plena en el evento alegando que mañana el aire estará limpio porque los responsables chinos "no van a decepcionar al mundo". La contaminación, según manifestó el presidente del COI, ya había sido motivo de preocupación en otros Juegos, como en Los Ángeles (1984) y Atenas (2004). Entonces, cuando empezaron las competiciones, no hubo problema alguno.
En cuanto a lo que se refiere a la selección nacional, entre los propios deportistas se han dado algunos consejos o recomendaciones, como no acudir a la gran ciudad hasta el último momento para retardar la exposición a estos factores contaminantes o viajar en un primer momento a una zona cercana a Pekín, sin niveles alarmantes de contaminación, para adaptarse al clima, la humedad y el nuevo horario, pero alejados de grandes niveles de polución.
También te puede interesar
Lo último
No hay comentarios