Un fracaso generalizado

El bloque del Granada Club de Fútbol recibió anoche un nuevo palo a su concepción del juego. Puede ser que el plan maquiavélico pergeñado por Joaquín Caparrós no saliera como se esperaba. Aunque claro, es raro eso de tirar una parte del partido y luego intentar, sin ningún tipo de éxito ni nada que se le pareciera, ganar en la otra mitad del choque. Fracaso general de un colectivo al que también hay que sumar al que manda en él.

Si la idea de Caparrós era madurar el partido, Paco Jémez se la rebatió de cabo a rabo. Quizás le pudo salir bien al Granada, pero dice muy poco del equipo rojiblanco que sólo gozara de ocasiones claras al principio y al final de la segunda parte. Y que una de ellas fuera ese intento de espuela de Rochina...

Los buenos minutos que pudo tener el equipo eran posicionales, cuando presionaban y robaban la pelota al Rayo. Pero con el balón en los pies el resultado era descorazonador.

El Granada engancha otra semana más sin ganar y ya van cuatro, parón de selecciones de por medio incluido. Del equipo que maravilló en pretemporada queda sólo un recuerdo. La competición es otra cosa. O el técnico se pone las pilas, o lo hacen los jugadores. Si no lo hará la directiva en Navidad...