Luis Abram fue uno de los dos protagonistas del principal cambio que Robert Moreno introdujo en el once que enfrentó al Sevilla. El peruano formó como titular en la singular e inédita pareja de centrales que formó con Víctor Díaz y, a pesar de haber sido la primera vez juntos como titulares en el eje, ambos futbolistas se entendieron mejor que bien.

Confianza

Algo que ayudó a afianzar la confianza del jugador nacido en Lima fue la poca participación defensiva que tuvo en los primeros diez minutos. Abram sólo participó a la hora de sacar el balón desde abajo y, mediante pequeñas intervenciones exitosas ubicadas principalmente en banda, asentó su seguridad y determinación en la zaga.

Hizo notar su presencia en coberturas en el carril izquierdo cuando Carlos Neva adelantaba la posición y dejaba metros para correr a Suso. El central demostró una de sus virtudes, la velocidad, al ganar la totalidad de duelos con el extremo gaditano. Otra acción destacable ocurrió en el área, cuando repelió un centro de Montiel que olía a gol de haberse completado.

Destacado

Con la salida de vestuarios aumentó el volumen de trabajo en la zona de atrás. Julen Lopetegui movió el banquillo hispalense para encimar a los nazaríes y Robert Moreno hizo lo propio mandando a los suyos a defender en bloque bajo. Aquí, el central brilló yendo al suelo para impedir envíos laterales –a destacar uno de Ocampos que habría sido fatal– y acompañando a Germán en las pugnas aéreas.

La entrada de Escudero reforzó los esfuerzos defensivos del equipo y aportó algo de estabilidad defensiva en detrimento de la salida de balón por banda. Como consecuencia, Abram intentó en más de una ocasión empezar jugada con balones en largo con el colombiano Luis Suárez como principal objetivo.