Crónica de ambiente

La ilusión de la hinchada del Huétor-Tájar se mantuvo intacta

  • El ambiente antes, durante y después del partido fue de lo más animado

La grada del Miguel Moranto no dejó de apretar.

La grada del Miguel Moranto no dejó de apretar. / ANTONIO L. JUÁREZ / PHOTOGRAPHERSSPORTS (Granada)

El CD Huétor-Tájar ha caído ante el Albacete Balompié en la primera eliminatoria de la Copa de S.M. el Rey. Sin embargo, la actuación del equipo local mereció mucho más que el abultado resultado de 0-3.

Desde bien temprano se notaba en la localidad granadina que no era un día más. Las calles del pueblo se engalanaron con los colores del conjunto hueteño. 

En los bares en los aledaños del estadio no cabía un alfiler y la verbena se trasladó a la entrada del recinto donde se iba a disputar el partido para recibir a los jugadores, tal y como se anunció por redes sociales.

Un bengaleo acompaño a los jugadores en su entrada al recinto. El Albacete, que se desplazó desde la capital, fue recibido con pitos en su llegada al Miguel Moranto.

Una vez iniciado el partido, desde las casas aledañas al estadio, ningún vecino se quiso perder esta cita de Copa del Rey y desde las azoteas aledañas, familiares y amigos se reunieron para vivir algo único. 

Ni falta hace decir cómo estuvo la afición durante los 120 minutos. A pesar de que en la prórroga ya estaba todo decidido, el Huétor-Tájar murió de pie y su hinchada recordará este día para todas sus vidas.

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