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La importancia de los 'huevos'

  • La solicitud de 'testiculina' por parte de la grada antes del partito ante el Real Valladolid es complacida por los rojiblancos, que lograrán media permanencia si se hacen fuertes en casa

Uno de los focos de atención en el encuentro del pasado viernes ante el Real Valladolid estaba en la grada. La afición, que este año ha vivido en Los Cármenes más decepciones que alegrías, había demostrado en encuentros anteriores su poca paciencia y su capacidad para cebarse con los suyos a las primeras de cambio. Además, los rojiblancos llegaban al duelo tras protagonizar en Almería su peor actuación del curso. El respetable llegó, se acomodó y canto el himno. Lo de siempre. Sin embargo, su siguiente letrilla no fue de las habituales. "Échale huevos, Granada échale huevos, échale hueeeeevos, Granada échale huevos...", empezó a corearse en la zona de los peñistas más animosos, cántico que fue acompañado y coreado a continuación por prácticamente todo el estadio. Fue un mensaje claro y conciso, directo al corazón de los futbolistas. Perder se puede perder, pero el esfuerzo, el sacrificio, el darlo todo por esa camiseta es innegociable, venía a decir la petición de los que pagan. Y los futbolistas hicieron caso a la grada. Le echaron la 'testiculina' necesario para honrar la rojiblanca horizontal, la que no habían exhibido solos unos días antes en Almería. En el grito de guerra pre partido de la hinchada empezó a cimentarse la victoria del viernes. No debería ser así, pero a veces no está de más recordar las cosas.

y más cosas

En el fútbol, como en la cocina o la vida misma, no todo es cuestión de huevos. Son imprescindibles para que se haga bien, pero la tortilla no sale si no lleva también patata o aceite. Tú puedes ser muy valiente y alistarte para ir a la guerra pensando que vas a cargarte a todo el enemigo, mas si tus balas son de fogueo tienes muchas papeletas de volver a casa con los pies por delante. El Granada acompañó la obligatoria puesta en escena de cascarones, con sus claras y yemas correspondientes, con criterio futbolístico, un sobresaliente trabajo táctico planificado fuera y llevado a cabo dentro del campo, calidad individual y sapiencia para dominar y controlar un encuentro que, al final, fue incluso más fácil de lo esperado.

sin yebda y diakhaté

Solo es una casualidad que la reacción del equipo llegó sin Diakhaté y Yebda en el once inicial. Presentes en el 'Juegos del Mediterráneo' pero ausentes ante los pucelanos, ambos se caracterizan desde su llegada, hace ya varias temporadas, por ser incisivos ante los micrófonos para reivindicar su presencia en las alineaciones y por no alcanzar el nivel que se espera de ellos cuando están sobre el césped. Otros, como Mainz, Nyom o Recio, fueron prudentes cuando no jugaban y hablaron en el campo en su vuelta al plantel. Buonanotte, Riki o Karnezis son futbolistas que seguro que pensaban que iban a disponer de más minutos cuando pisaron Granada. La Liga es larga y queda toda una segunda vuelta por delante, habrá oportunidades para casi todos.

lo previsto

Salvo lo que pasó ante el Almería y lo de la Copa del Rey, todos los resultados de esta campaña se ajustan a la lógica y la normalidad, a la realidad de que en una Liga de 38 partidos hay casi de todo, incluido derrotas inmerecidas y victorias con poco lucimiento. El Granada ha cumplido un guión previsible, ya que casi todas las derrotas han llegado ante equipos teóricamente superiores y las victorias frente a conjuntos de nivel inferior o similar. El problema, que no debería ser un problema pero sí que lo es para algunos, es que el calendario ha emparejado a los rojiblancos en la primera vuelta recién finalizada a los de abajo fuera y a los de arriba en casa. Como bien advirtió Lucas Alcaraz, lo previsible a partir de ahora, no hay más que analizar lo que queda por delante, es que el equipo mejore sus resultados como local y los empeore a domicilio.

ahora, un fortín

Osasuna, Celta y Betis serán los próximos rivales del Granada en Los Cármenes. Todos conjuntos de la parte baja de la tabla, todos rivales directos, ninguno mejor equipo que el de Alcaraz, todos conjuntos que en circunstancias normales pueden ser derrotados. Ahora sí es el momento de que Los Cármenes se convierta en un fortín. Es un tópico al que siempre es fácil recurrir pero que es complicado que se cumpla cuando tienes como rivales a conjuntos como el Atlético de Madrid, el Sevilla o la Real Sociedad, por citar solo a algunos de los que se han llevado los puntos de aquí esta campaña y que por presupuesto y plantilla son mejores. Con 23 puntos ya en la buchaca, ganar esos tres encuentros sin ni siquiera sumar nada en las visitas que hay de por medio a Real Madrid y Espanyol supondría situarse con 32, con catorce encuentros aún por delante. Es decir, casi asegurar, salvo que ocurra una debacle mayúscula en el último tercio liguero, la permanencia. Y no es ni mucho menos una quimera. Quién piensa que no es posible viendo el partido que hizo el Granada el viernes y la irregularidad de los tres oponentes citados. Y si hace falta, cantamos todos antes de empezar lo de "Échale huevos, Granada échale huevos, échale ', Granada échale huevos...". Por si acaso.

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