Una larga lista de desencuentros entre el Ayuntamiento y Marsá

La guerra de Carlos Marsá con el Ayuntamiento de Granada se remonta a muchos años atrás, casi los mismos desde que se fundó su club. Casi todas se han saldado favorables al promotor deportivo. En la actualidad tiene varios frentes abiertos, derivados todos ellos por la negativa municipal de ceder el uso del estadio de Los Cármenes a la Sociedad Anónima Deportiva Granada 74 CF, que adquirió las acciones y, por ende, los derechos deportivos del Ciudad de Murcia en Segunda División A el 6 de junio de 2007.

Desde el primer momento, en el Ayuntamiento no apoyaron ni aprobaron la operación de Marsá, por lo que el presidente del club rojillo decidió tomar, primero, medidas de fuerza, como una huelga de hambre que inició el 26 de julio. Cuando se concretó Motril como sede para su equipo, el dirigente optó por la vía judicial y anunció varias querellas que, según él, "tendrán un alto coste político para el Partido Popular". Se encontró con el apoyo del PSOE, pero desde el Consistorio, el portavoz del equipo de gobierno, Juan Antonio Mérida, declaró que el Ayuntamiento "apuesta por el equipo histórico de la ciudad", en clara referencia al Granada CF.

Llegaron entonces las denuncias y las querellas. Marsá presentó en el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo una petición de medias cautelares con la intención de paralizar la decisión del gobierno municipal, que fue denegada, y por tanto se acudió a un procedimiento jurídico ordinario, aún en proceso. Pero el vendaval Marsá no quedó ahí. Tras salvar con éxito los intentos de la Real Federación Española de Fútbol y la FIFA de impedir la inscripción del equipo en Segunda División A, tras darle la razón el Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS) con sede en Lausana -con el inestimable apoyo de la Liga de Fútbol Profesional- el presidente del Granada 74 'atacó' al Ayuntamiento por varias vías. Por un lado, puso en manos de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía un informe elaborado por un detective que revelaba una "relación de amistad" entre su eterno enemigo José Julián Romero, y el gerente de Urbanismo. Posteriormente, decidió llevar también a la Fiscalía del TSJA las presuntas subvenciones irregulares del propio Ayuntamiento al Granada CF, con una demanda por los presuntos delitos de prevaricación, fraude y exacciones ilegales y malversación de fondos públicos. Y ya tiene preparadas las demandas por daños y perjuicios contra el Ayuntamiento por impedirle el uso de la instalación municipal durante la actual temporada, y cuya petición en concepto de indemnización podría superar los 4 millones de euros. Mientras tanto, solicitó por escrito una reunión con el alcalde y la utilización de Los Cármenes para la próxima temporada, pero el alcalde respondió de nuevo con una negativa: "Le comunico que no han cambiado las condiciones por las cuales no se le pudo conceder la utilización en la temporada 2007-2008". Con estos argumentos, a Marsá no le quedan dudas de que todas las querellas y denuncias seguirán adelante.