Lenovo Tenerife-Covirán Granada | Crónica y resultado

El Lenovo Tenerife, demasiado rival para el Covirán Granada que suma una nueva derrota

Thomas Bropleh trata de taponar a Jaime Fernández.

Thomas Bropleh trata de taponar a Jaime Fernández. / ACB Photo (Tenerife)

El Lenovo Tenerife fue demasiado rival para el Covirán Granada, que acusó las bajas por lesión en la zona y terminó cayendo claramente por 32 puntos (98-66). El primer cuarto marcó un duelo en el que las pérdidas de balón y la calidad del contrario bastaron para sumar la quinta derrota consecutiva en la Liga Endesa.

Los de Pablo Pin saltaron al pabellón canario agarrotados, como si ya supieran que era imposible vencer a los de Txus Vidorreta. Sin sus dos referencias en la pista viendo el choque desde casa como Cristiano Felicio y Luke Maye, la sensación que dio es que cada uno quiso hacer la guerra por su cuenta. Y eso, ante un rival de la entidad del cuadro tinerfeño que está cuajando una gran temporada, era poco menos que una invitación a ganar casi sin despeinarse.

Primer cuarto

Y así fue el primer cuarto. Con los rojinegros, vestidos de blanco, con mucha anarquía en ataque y con Renfroe como único jugador que miró el aro, los locales en apenas cuatro minutos ya vencían de ocho puntos (11-3). Mucha facilidades en ataque tenía Tenerife, que movió el balón a placer para encontrar a jugadores completamente solos. Pin no lo dudó y pidió tiempo muerto. Ordenó algo el juego de sus pupilos que comenzaron a pasarse el balón con más criterio. Pero el potencial de su rival era tal que era imposible frenar todos los focos ofensivos que tienen. Si no era Salin, era Jaime Fernández y si no Shermadini o Doornekamp.

Dejan Todorovic volvió a jugar y terminó con cuatro puntos en su haber

La ventaja canaria fue en aumento gracias a las pérdidas y los problemas en el rebote defensivo, al margen del 1 de 7 en triples de los de Pin. Con ese escenario, lo normal era que el Lenovo se marchara en el marcador como así fue. Dieciocho puntos de renta al término de los diez primeros minutos (35-17) que dejaron clara la enorme diferencia entre ambos equipos a día de hoy. El fondo de armario de uno y otro no era el mismo y, de hecho, Dejan Todorovic se vio obligado a jugar aunque su técnico señaló en la previa que seguramente no jugaría. Pero si uno miraba el banquillo, daba pena.

Una cosa tenía clara el Covirán Granada tras el primer acto: había que defender. Y eso fue lo que le pidió Pin a sus jugadores. En concreto, les dijo que tenían que hacer las cosas que no dependen de los demás como rebotear, hablar o hacer faltas. Y sus hombres se pusieron manos a la obra. Eso, después de que los de Vidorreta llegaran a alcanzar los 24 puntos de renta (43-19).

Ramón Vilà trata de frenar a Fran Guerra. Ramón Vilà trata de frenar a Fran Guerra.

Ramón Vilà trata de frenar a Fran Guerra. / ACB Photo (Tenerife)

Hubo mayor fluidez en cancha delantera y, pese a las pérdidas, los diez rebotes ofensivos ayudaron a paliar una de las lacras de la temporada. Así, poco a poco, los granadinos fueron reduciendo la ventaja de su rival. La aparición de Pere Tomàs en ataque y la seriedad de Niang en el rebote defensivo, permitieron acercarse. También ayudó Bropleh con su primer triple pese a que al descanso el porcentaje fue muy pobre (3 de 14). Se llegaron a situar a quince (50-35) pero finalmente fueron 17 los puntos con los que ambos equipos se fueron a los vestuarios. De hecho, se ganó en anotación el cuarto por un punto (17-18) pero pagaron el lastre de los primeros diez minutos.

La sentencia

Todorovic anotó la primera canasta de la segunda mitad pero Fitipaldo apareció para, con dos triples, cortar cualquier duda. En un pispás se volvió a los 21 de diferencia y es que el talento de los tinerfeños les permitió relajarse por momentos porque confían en una plantilla en la que casi todos aportan. Con 23 abajo, Pin paró el partido ante la desidia de Prince Ali en su último encuentro con los rojinegros.

Alex Renfroe fue el máximo anotador del encuentro con 14 puntos

Todo lo bueno del segundo periodo quedó en nada. Había que intentar ajustar la defensa para, al menos, meterse en el partido. Pero, poco a poco, más que reducirla, la renta fue aumentando. Hasta 29 llegó. Pese a mejorar la actitud con algo más de intensidad, la diferencia era abismal y el electrónico así lo reflejó. Un tercer cuarto que terminó por finiquitar el choque tras 30 minutos jugados (76-47). Los locales doblaron en anotación al Covirán (24-12).

En cuadro, con un recién salido de una lesión y con Ali disputando sus últimos minutos, el último parcial sobró. Pin repartió los minutos pues el choque ya estaba perdido. El cansancio y el hecho de ir por detrás en el marcador hicieron mella. Fueron 37 los puntos que llegó a alcanzar el Lenovo ante un rival que bajó los brazos para terminar cayendo por 32. Toca fichar. De lo contrario, la temporada se puede complicar y mucho.

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