A pesar de las molestias físicas que tuvo y que le hicieron ser duda, la atleta granadina María Pérez logró un doblete histórico y se ha proclamado este jueves campeona del mundo en la prueba de los 35 kilómetros del Mundial de Atletismo de Budapest. La marchadora de Orce dio todo un recital y dominó una prueba en la que compartió circuito con los hombres.

La pupila de Jacinto Garzón fue de menos a más, siempre entre las cinco primeras clasificadas y buscando buenas sensaciones tras sufrir una el domingo en la prueba de 20 kilómetros una microrrotura muscular en la pierna izquierda. La orcense sufrió un tirón en los isquiotibiales pero el tratamiento de fisioterapia al que fue sometida en los día previos le permitió poder tomar la salida y no sólo eso, sino que dio todo un recital demostrando que está hecha de otra pasta.

Cambio de ritmo

En el kilómetro 19 la granadina decidió dar un golpe de autoridad, cambió de ritmo y lideró una carrera. Un ataque que no pudo seguir ninguna de sus rivales, en especial la peruana Kimberly García, bicampeona mundial, y que provocó que, conforme fueron pasando los kilómetros, aumentara su ventaja con respecto a sus perseguidoras. Llegó a hacer kilómetros a 4 minutos y 15 segundos, un tiempo de récord del mundo pero no quiso arriesgar y con un estilo elegante que le hizo que tan sólo fuera amonestada en una ocasión, controló la carrera en la recta final.

Con un ritmo infernal, los segundos fueron cayendo y llegó a tener más de dos minutos con respecto a la segunda clasificada. La anécdota llegó cuando, a falta de una vuelta, cogió una bandera de España para celebrar el triunfo pensando que estaba en el final de la prueba pero le quedaba aún dos kilómetros. Las ganas por celebrar la victoria le pudo. Tan sólo hubo ocho hombres que fueron más rápidos que la actual plusmarquista mundial de la especialidad que dejó claro que es la mejor atleta granadina de todos los tiempos y que se colgó su segundo oro en la línea de meta con un tiempo de 2 horas, 38 minutos y 40 segundos, récord del campeonato. La emoción en la línea de meta situada en la Plaza de Los Héroes, como no podía ser de otra manera, se desbordó con el doble título mundial que también alcanzó Álvaro Martín haciendo historia ambos para la marcha española.

El podio

La peruana Kimberly García León, que el año pasado se coronó por partida doble reina de la marcha en el Mundial de Eugene en los 20 y 35 kilómetros marcha, se subió al segundo cajón del podio después de quedarse a un paso de las medallas con el cuarto puesto en los veinte. Entró en meta con un tiempo de 2h40:52, a 2:12 de la española. El podio lo completó la griega Antigoni Ntrismpioti, que se adjudicó el bronce.