La mejora no se traduce en triunfo
Ad ceuta | Granada cf · el análisis
Pese a controlar gran parte del choque gracias a su superioridad en la medular, el Granada CF sigue sin arrancar en un campeonato donde la fortuna le sigue dando la espalda en momentos clave
La historia se vuelve a repetir y van... La mejora en el juego del Granada CF es evidente, o al menos lo fue ayer hasta el segundo gol del Ceuta, pero a partir de ahí, el conjunto de Miguel Ángel Álvarez Tomé no tuvo la claridad de ideas y la suficiente pausa para derrotar a un rival muy nervioso y ante una afición de uñas con su técnico.
Una vez más, y van seis, Tomé realizó cambios en el once inicial, cosa que ya estaba clara tras conocer la convocatoria y la ausencia de la misma de Javi Casares, titular ante el Lucena y ayer en casa. La duda era quién sería su sustituto en la media punta, y finalmente fue Granada el que salió de inicio para aportar a la medular garra, músculo y mucho trabajo. El objetivo no era otro que presionar la salida del balón desde atrás de los centrales caballas. Y hasta que fue sustituido, cumplió con su misión.
La otra novedad, que se está convirtiendo en costumbre, es formar lejos de Los Cármenes con un doble pivote con menos capacidad organizativa pero con más consistencia defensiva, de ahí que el técnico leonés del Granada CF apostara por Torrecilla acompañando a Álvaro Cámara, dejando en el banco a Óscar Pérez. Ambos futbolistas, junto a Granada, ahogaron a Aitor y Raoul Loe, tras la sorprendente decisión de Carlos Orúe de no sacar de inicio a Carlos de Lerma. La superioridad en la medular permitió recuperar el cuero con prontitud, sobre todo a partir del minuto 20, donde los granadinos se hicieron con el control del choque ante un Ceuta incapaz de superar el orden visitante. Dani Benítez creó algún problema a Portela y Martín Ortega, ayudado por Javi García por la derecha, a Pepe Martínez.
No obstante, al equipo le sigue constando generar ocasiones de peligro y las que tiene, no las concreta cuando su rival está tocado, como sucedió ayer. Tariq y Lucena, que envió un nuevo balón al larguero (el noveno de la temporada), no tuvieron la fortuna de cara, cosa que si tuvo el Ceuta. Dejar a un equipo con vida y que encima la 'enchufa' casi a la primera es un error que no se termina de corregir.
Pero hay que ir más allá. Tariq fue el máximo goleador la pasada temporada gracias a los distintos centros que recibía desde las bandas, circunstancia ésta que se está dando con cuentagotas, dado que el juego de su equipo le obliga a fajarse con los dos centrales rivales, trabajo que está haciendo a la perfección, pero que le hace llegar menos fresco a la zona de remate.
Pese al mazazo justo antes del descanso, la actitud del equipo no varió tras el paso por vestuarios y al menos igualó una contienda que no merecía perder. Y lo hizo gracias a una de las pocas subidas de Rubén, más ofensivo en el segundo acto. Tomé buscó mayor verticalidad con la entrada de Felipe. El ex del Girona, más cómodo por detrás del punta, buscaba las caídas de Tariq y las diagonales al ser incapaz de superar en el uno contra uno a Pepe Martínez.
Pero el segundo tanto fue definitivo. Con desventaja en el marcador, Tomé optó por dar entrada a Berrocal pero el juego era excesivamente directo, lo que en cierta manera beneficia al cordobés y a Tariq, pero ayer Sandro estuvo excepcional por alto. Era el momento de rasear el cuero, y dar entrada a Óscar Pérez sin embargo, el ovetense apenas pudo imponer su fútbol por delante de Torrecilla, que se desfondó en el pivote defensivo tras las acometidas de De Lerma.
Al cuadro rojiblanco le falta profundidad en las bandas y, taconazos innecesarios al margen, debe mejorar esa parcela si no quiere ser demasiado plano y previsible en ataque, como le sucedió ayer en Ceuta. Aún queda mucho, y margen de mejora, pero el tiempo pasa y el equipo no termina de arrancar.
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