Obradoiro-Covirán Granada | Crónica y resultado

Joe Thomasson no evita una nueva derrota del Covirán Granada, esta vez ante Obradoiro

Joe Thomasson se estrenó con la camiseta del Covirán Granada.

Joe Thomasson se estrenó con la camiseta del Covirán Granada. / ACB Photo (Santiago de Compostela)

El Covirán Granada compitió ante el Obradoiro pero no le dio para romper su mala racha de resultados y sumó una nueva derrota a falta de tres jornadas para el final de la temporada. Los granadinos, en el debut de Joe Thomasson que cuajó un buen partido, fueron siempre por detrás en el marcador y sufrieron los altísimos porcentajes de tres de su rival, que se basó en el perímetro para vencer por 88-83.

El choque no comenzó bien para los de Pablo Pin, que no pudieron contar con Mamadou Niang por un fuerte en un golpe durante un entrenamiento que terminó siendo baja. Cristiano Felicio viajó pero finalmente decidió que fueran Luke Maye y Joe Thomasson los dos extracomunitarios, por lo que los recursos en la pintura quedaron muy mermados, pues sólo contó con Ndoye y David Iriarte además de la ayuda en el puesto de ‘cuatro’ de Maye y Jacobo Díaz.

Siempre por delante

Sin embargo, lejos de apostar por cargar la zona, el conjunto gallego buscó en el perímetro su principal recurso y le salió bien. Los de Santiago de Compostela dominaron todo el choque desde la primera canasta de Thomas Scrubb, un jugador de mucha calidad. Y el primer inconveniente llegó con las dos faltas de Ndoye que obligó al técnico granadino a sentar en el banquillo al pívot senegalés y dar entrada a Iriarte. A nivel defensivo, los rojinegros fueron intensos en el primer cuarto con la inestimable ayuda del recién llegado Thomasson, que salió de inicio y ofreció grandes detalles. Tres triples seguidos por medio de Édgar Vicedo y Léo Westermann, éste por partida doble, permitió a Obradoiro contar con sus primeras rentas.

Joe Thomasson debutó y aportó puntos e intensidad en defensa

Pese a las cinco pérdidas sufridas, el perímetro fue el arma de los gallegos, que llegaron a alcanzar en el primer cuarto una renta de seis puntos (19-13), aunque al término de los primeros diez minutos el electrónico reflejó un punto más para los granadinos, que acusaron su mal porcentaje en tiros de dos (2 de 9) por el gran acierto en triples de los locales (5 de 7). A pesar de todo, fueron cinco los puntos abajo, una diferencia susceptible de ser remontada.

Segundo cuarto

Pero el segundo periodo arrancó con un nuevo triple, esta vez de Álex Suárez. Poco a poco, la ventaja de los de Moncho Fernández fue a más y alcanzó la decena, lo que obligó a Pablo Pin a parar el partido tras varias pérdidas de su equipo a 5:42 del descanso y 28-20 en el marcador. Las instrucciones surtieron efecto y un parcial de 0-6 obligó al técnico del conjunto compostelano a parar el choque tras una canasta de Thomasson que acercó a cuatro a su rival.

Y ahí comenzó a romperse el partido, pues a la salida del receso, el Covirán encajó un 7-2 a poco más de tres minutos del descanso. Y es que Léo Westermann apareció para martillear desde más allá de la línea de 6,75 el aro granadino. Entre él y Vicedo llevaron a su equipo a ir por delante 14 arriba. Y es que Obradoiro, que no llega a diez triples por partido, alcanzó en la primera mitad nueve triples y un extraordinario 9 de 12 por los 3 de 12 de los rojinegros, los tres de Luke Maye por cierto, que volvió a parecerse al de la primera mitad de la temporada. Ambos equipos se fueron a vestuarios con triunfo parcial de 11 puntos (43-32) por parte de los locales, y de ellos 27 fueron desde la línea exterior.

Los gallegos siempre fueron por delante en el marcador

Estaba claro que reducir el acierto de los compostelanos desde el perímetro era lo primero que tenían que hacer los de Pin. En tres minutos se situaron a diez puntos (50-40) con bonitos duelos como la pelea de Ndoye en la pintura con Guerrero o de Maye con Vicedo. Pero Westermann tuvo su partido y cuando su equipo veía reducida su ventaja, apareció para no sólo ordenar el juego de sus compañeros sino también para anotar. El Covirán vivió de los lanzamientos de Maye y la intensidad de Thomasson, que además hizo un gran trabajo en cancha trasera.

Ndoye fue el máximo anotador del Covirán Granada. Ndoye fue el máximo anotador del Covirán Granada.

Ndoye fue el máximo anotador del Covirán Granada. / ACB Photo (Santiago de Compostela)

La decena

La ventaja rondó los diez puntos pero dos triples de Renfroe de manera consecutiva, que al fin despertó del letargo, acercó a siete al Covirán (57-50), con el consiguiente tiempo muerto de Moncho a 4:10 del final del tercer cuarto. Un 2+1 de Marek Blazevic dio un respiro al Monbus. Pero Ndoye y Renfroe asumieron la responsabilidad en ataque y mantuvieron vivos a su equipo en el partido. Pero con un 75% de acierto en triples de Obradoiro era muy difícil acercarse en el electrónico. Aún así, había partido aunque la ventaja casi siempre rondó los diez puntos.

Mamadou Niang no pudo jugar por lesión y Cristiano Felicio finalmente no jugó

Con 69-60 se llegó al último cuarto y eso sin haber podido reducir los porcentajes de los gallegos desde el exterior. Pero a base de tiros libres tras una antideportiva a Thomasson y una falta sobre Thomas Scrubb aumentó a una docena la ventaja. Sin embargo, dos triples seguidos de Pere Tomàs, que jugó con una rotura de fibras en el abdomen, acercó a seis al Covirán a algo menos de ocho minutos para el final. Un arreón a base de calidad individual de Philip Scrubb y Kassius Robertson volvió a estirar la renta para los locales, obligando a Pin a parar el partido.

Ndoye protagonista

Los granadinos cargaron la zona rival con Ndoye, protagonista de varias acciones seguidas en ataque en las que sacó falta pero no aprovechó todos los tiros libres de los que dispuso. A 3:01 del final, el Covirán se situó a seis puntos (80-74). Se pudieron poner a cuatro pero le pitaron la quinta a Ndoye y a continuación Robertson anotó un triple respondido por dos seguidos de Thomasson y Maye a minuto y medio del final y otro de Robertson. Una locura. Con seis abajo, se llegó al último minuto en el que Kassius Robertson asumió la responsabilidad para darle una nueva victoria a su equipo endosándole una derrota a un Covirán al que se le complica cada vez más su permanencia en la Liga Endesa. Y más tras la victoria del Real Betis ante el Bilbao que lo deja a una del cuadro sevillano y sin margen de error. 

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