Grupo Hafesa Raca-Magec Tías | Liga Femenina 2

Una pájara que dura 40 minutos

  • El Raca se mete en problemas al caer ante un rival directo en un encuentro que gana el equipo menos malo

Las jugadoras del Raca no tuvieron su día ante el equipo de Lanzarote

Las jugadoras del Raca no tuvieron su día ante el equipo de Lanzarote / Carlos Gil (Granada)

Qué mal le ha sentado las vacaciones al Grupo Hafesa Raca. El conjunto granadino perdió ayer una buena oportunidad para alejarse de la zona de peligro ante un rival directo como el Magec Tías.

Fue un partido malo de solemnidad con dos equipos empeñados en no ver el aro. Baste decir que entre ambas escuadras firmaron 143 tiros de campo, de los que sólo 40 pasaron por el aro. Tantos fallos hubo que entre granadinas y canarias capturaron 106 rebotes. En pocas palabras: fue un partido sin orden ni concierto que ganó el conjunto menos malo.

Mal desde el inicio

El frío reinante se debió meter en los huesos de las contendientes, pues les costó un mundo entrar en juego. El primer cuarto fue un fiel reflejo de lo que iba a ser todo el encuentro, pues transcurrió entre errores constantes en el lanzamiento a ambos lados de la cancha y sólo acciones aisladas hicieron moverse a un marcador que por momentos amenazaba con quedarse helado.

Tras un 2-5 inicial, las granadinas endosaron un parcial de 10-0 gracias a sus únicos momentos de lucidez en todo el partido, sobre todo en el lanzamiento desde más allá de la línea de 6,75 (12-5, 4’13’’).

Marina Gea intenta penetrar hacia el aro rival Marina Gea intenta penetrar hacia el aro rival

Marina Gea intenta penetrar hacia el aro rival / Carlos Gil

Pese a que luego el Raca estuvo cuatro minutos sin anotar, las de Lanzarote apenas recortaron tres puntos. Así se llegó al final de un primer cuarto con un minuto en el que los dos equipos ‘deleitaron’ al personal con una canasta por bando: 14-10.

Espejismo

Un triple de Ainara España calentó el inicio del segundo acto, en el que se contempló un, hasta entonces, inusitado intercambio de canastas que se tradujo en un 21-14 en menos de dos minutos de acierto. Luego, 120 segundos de un juego ofensivo inofensivo hasta que una canasta de Marina Gea obligó al técnico canario a pedir tiempo muerto (23-14, a 6’41’’ para el descanso).

A la vuelta, el Grupo Hafesa ofreció todo un carrusel de errores durante la friolera de cuatro minutos. El Magec Tías, sin hacer nada del otro mundo, endosó un parcial de 0-9 con el que empató el partido. Otro momento de inspiración antes de llegar al descanso permitió al Raca anotar dos canastas para irse a los vestuarios con ventaja: 27-20.

Hubo tantos fallos en los lanzamientos que entre ambos equipos se capturaron 106 rebotes

Fallos inexplicables

La reanudación no invitó para nada al optimismo. En dos minutos y medio las jugadoras del Grupo Hafesa dieron todo un recital de errores en tiros fáciles mientras que las canarias vieron canasta y dieron la vuelta a los guarismos tras un 0-7 (27-30).

Quique Gutiérrez paró el partido. Tras la charla, una canasta de Pereira incrementó el parcial adverso. Más de tres minutos y medio tardaron las granadinas en hacer pasar el balón por el aro. El honor le cupo a Sydnor.

Tras la reanudación las granadinas tardaron tres minutos y medio en anotar la primera canasta del segundo tiempo

El resto del tercer cuarto fue un suplicio para el aficionado. Las canastas llegaban de higos a brevas y los fallos se sucedieron de una manera casi insultante, tanto que más de uno se preguntó si se había disminuido el diámetro de los aros.

Los números lo dicen todo: en diez minutos de juego tras el descanso el parcial fue de 6-14, que dejó los guarismos en un paupérrimo 33-37.

Para olvidar

El último acto comenzó con la idea de que el partido lo iba a ganar el equipo que menos mal lo hiciera. Difícilmente se iba a producir un cambio radical en el juego de ambos contendientes. Cuando el balón se puso en juego fue para corroborar la impresión previa.

Quique Gutiérrez, con gesto de preocupación Quique Gutiérrez, con gesto de preocupación

Quique Gutiérrez, con gesto de preocupación / Carlos Gil (Granada)

Las jugadoras del Raca lo intentaron de todas las maneras posibles pero casi todas sus acciones terminaron con el balón rechazado por el aro... cuanto tocaba el aro. En el conjunto canario, Lawrence y Letkewicz cogieron el mando para poner el partido de cara a las visitantes porque, tal como iba el choque, una ventaja de siete puntos se podía considerar casi definitiva, como así fue (40-47, a 4’08’’ para el final del encuentro).

Tras el lógico tiempo muerto de Quique Gutiérrez, Marina Gea y Rebeca Rodríguez dieron esperanzas. Pero cuando se fallan hasta dos canastas consecutivas debajo del aro sin apenas oposición es imposible pensar en nada halagüeño. La jugada descrita se produjo a falta de dos minutos y medio con el marcador adverso (44-50).

Casi no hace ni falta reseñar que la derrota se quedó en casa.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios