Deportes

La posesión no importa

  • Es fiel a su estilo fuera de casa en la primera mitad el equipo de Fabri · Ataca más en la segunda parte y ve cómo se le escapa un punto por culpa de una acción aislada

Era una incógnita saber a quién iba a elegir Fabri para suplir al lesionado Diakhaté. Eran tres las opciones que manejaba el preparador gallego y se decantó por Pamarot. Las otras eran Lucena y Moisés Hurtado. El francés estaba inédito desde la primera jornada tras la inseguridad mostradas en aquella primera parte ante el Betis allá por finales de agosto. En el resto del once actuaron los esperados en función de lo trabajado durante la semana. Nyom regresó al lateral derecho en detrimento de David Cortés, mientras que Ighalo fue la referencia en ataque para dejar en el banquillo a Geijo.

Concentración atrás

El técnico lucense apostó por el mismo estilo de juego que suele ser habitual fuera de casa. Ceder la posesión del balón al rival y esperarlo muy bien colocado. No se dieron fisuras, las líneas estuvieron muy juntas y las ayudas fueron constantes. Nadie podía dormirse en ese dibujo porque cualquier despiste podía costar muy caro. Así se desarrolló la primera parte. Fue un monólogo del Getafe. El esférico casi siempre estuvo en su poder y fue el que el que llevó la iniciativa por completo. Los rojiblancos no se pusieron nerviosos por ello. El guión era el esperado y el que habían concebido con Fabri para afrontar este encuentro. No importaba no tener el balón, lo que sí era fundamental era estar bien ordenado para no vivir situaciones apuradas. Es cierto que los locales pisaron mucho el área y dispararon a portería en numerosas ocasiones, pero la realidad es que no dieron sensación de demasiado peligro.

Por la zona de Nyom

Por la zona donde estaba Nyom volcó casi todos sus ataques el Getafe en la primera parte. Buscaron en todo momento a Diego Castro, un jugador con mucho oficio, que sabe conducir el balón y que trató de optar por centrar en varias ocasiones hacia el área para buscar el remate de algunos de sus compañeros. Por esa zona se dieron la mayoría de ataques del equipo de Luis García. Uche no ayudó mucho en esta faceta a Nyom ni tampoco Abel Gómez cerró demasiado para impedir que el Getafe insistiera por ese lado. Diego Castro no sólo se preocupó de crear mucho juego de ataque por esa zona, sino que también buscó los disparos a portería. Roberto se vio obligado a no perder la concentración y a despejar cuando hubo necesidad para ello.

Ayuda a los centrales

Yebda se lesionó muy pronto y hubo que recurrir a Moisés Hurtado. En realidad no cambió el esquema. El catalán se colocó por delante de los centrales y ayudo mucho en defensa y en la salida del balón. Su función estaba muy claro. No debía complicarse, ni perder la posición para impedir así que hubiera espacios para el Getafe por el centro. Se incorporó muy poco al ataque, aunque tampoco eso debía preocupar, ya que lo fundamental era llevar a cabo la labor de contención que Fabri le había asignado.

Ighalo, de menos a más

Ighalo pasó casi desapercibido en la primera mitad. El Granada CF no se preocupó de atacar y eso le perjudicó. Los balones fueron en largo y tuvo que recibir de espaldas, algo que jugó en su contra. Mejor le fue tras el descanso. Se fabricó algunas ocasiones de gol gracias a su sangre fría en el área, si bien falló una muy clara. En ese momento era mejor rematar de primeras, pero él fiel a su estilo optó por tratar de recortar y eso dio tiempo a la defensa y al portero a reaccionar y para evitar su lanzamiento. De todos modos, fue de los poco que remató a puerta por parte del equipo granadino.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios