Boxeo

El granadino John Carter prepara en el taller de su casa el combate por el título EBU

  • El púgil, que aspira al título continental de superpluma, utiliza el compresor en sus sesiones de entrenamiento

  • La pelea ante el maltés Haithem Laamouz todavía no tiene fecha y podría celebrarse en Ogíjares

John Carter, en una pelea benéfica celebrada en Armilla el pasado verano.

John Carter, en una pelea benéfica celebrada en Armilla el pasado verano. / Carlos Gil (archivo) (Armilla)

El confinamiento decretado por el Gobierno por la crisis desencadenada por la propagación del Covid-19 ha supuesto un punto de inflexión en el periodo de preparación del púgil granadino John Carter de cara a la disputa del título de la Unión Europea (EBU) del peso superpluma ante el maltés Haithem Laamouz.

El doble campeón de España es consciente de que se encuentra ante "la gran oportunidad de mi carrera". No obstante, las restricciones establecidas por el Gobierno español para preservar la seguridad de la población han obligado a Carter a cambiar de contexto y a modificar las formas. Y también, a aprovechar los pocos resquicios que le quedaron para mantener la forma "en la medida de lo posible".

Cambio de rutinas

Por tanto, el boxeador granadino ha pasado a preparar el gran combate aún con fecha por determinar en el habitáculo de la casa en el que guarda herramientas y efectos de la carpintería familiar. El compresor, los hierros e incluso los cubos que guarda en su interior se han convertido en sus herramientas de entrenamiento. Así, John Carter se sigue encontrando "bien", aunque admite que "el peso se me ha ido un poquito".

"El hecho de estar metido en casa tantísimas horas suponen que siempre tengas la tentación de picar algo, por lo que mantener la dieta es lo que más me está costando"

John Carter no olvida que antes de que se decretara el estado de alarma lo tenía todo bajo control, alternando entrenamientos con la rutina del trabajo. "A diario me levantaba entre las seis y seis y media, iba a correr una hora o cuarenta y cinco minutos y después, me iba a abrir el taller hasta el mediodía", narra el púgil, que añade que "a continuación me iba al gimnasio a hacer la primera sesión de físico hasta las dos de la tarde, mientras que la segunda sesión era, después de comer, entre las cinco y las ocho de la tarde, cuando trabajaba la técnica con Omar Sánchez, mi entrenador".

Esa rutina de trabajo hacía que, según sus palabras, "estuviera bien, ligero, fuerte, rápido". Carter recuerda que "solía hacer sparring con José Manuel Clavero -excampeón de España del peso superwélter- y con Abdesamad Nechchad -campeón del título WBC del Mediterráneo-".

John Carter se ejercita con lo que más tiene a mano. John Carter se ejercita con lo que más tiene a mano.

John Carter se ejercita con lo que más tiene a mano. / GH

Por el contrario, Carter indica que ahora "me levanto, voy al taller, donde están los perros y salgo a correr con ellos; después, vuelvo a casa y ya hago hora y media o dos de físico". 

El púgil explica que en estas circunstancias en la sesión matinal "hago mi calentamiento y después mis diez o doce asaltos de saco u otros ejercicios" en los que se vale "del compresor, con el que hago remo para la espalda; de una garrafa que lleno de aceite y con la que hago zancada; y de unos hierros con los que hago bíceps y también sentadillas". Es la rutina de quien también ha establecido que "por las tardes saco a los perros y me pongo a correr y vuelvo a casa para hacer un poco de técnica con mi hermano".

De esta manera, John Carter trata de mantener el tipo aún a costa de los riesgos a los que se enfrenta: "Entreno todos los días, pero las circunstancias que estamos viviendo me producen un poco de ansiedad. Y el hecho de estar metido en casa tantísimas horas suponen que siempre tengas la tentación de picar algo, por lo que mantener la dieta es lo que más me está costando".

Gestiones en Ogíjares

Sobre el combate ante el maltés, John Carter señala que "sigue sin haber fecha". El granadino explica que "antes del decreto del estado de alarma se estaban haciendo gestiones para que el combate fuera en el pabellón de Ogíjares, donde estábamos encontrando una muy buena predisposición, pero ahora no sabemos qué es lo que pasará finalmente". En este sentido, no descarta tampoco que en "última instancia" se deba celebrar otra puja porque quizás no se puedan mantener las condiciones económicas que supusieron que "venciera mi promotora (MGZ), pues todo hace indicar que la crisis va a hacer mucho daño".

Lo que de momento sí tiene claro el púgil es que el combate frente al maltés Haithem Laamouz "va a ser muy complicado porque tiene un boxeo muy raro, le gusta ir a la guerra, por lo que el espectáculo estará garantizado".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios