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Que nos quiten lo 'bailao'

  • ¡Tres goles! El Granada sale goleado, pero también golea en el Camp Nou en un partido que se volvió loco en el segundo tiempo Sorpresa Tras un primer acto horrible (2-0), los de Abel empatan y acongojan al Barça

Les metieron cinco, pero el Granada CF y todos sus aficionados, incluidos los que profesan simpatías también blaugranas, disfrutaron como críos anoche, cuando avanzada la segunda parte se los pusieron de corbata a Guardiola y todo el Camp Nou, y acariciaron la hombrada de al menos empatar después de haber sido ampliamente superados en el primer tiempo. El equipo rojiblanco fue capaz de meterle tres chicharros al Barcelona en su estadio, aunque dos de ellos fueran de penalti. Penaltis justos, por cierto, pese a que el estadio entero 'llorara', aireara pañuelos y se choteara de Teixeira Vitienes tras pitar el segundo de ellos. Es justo reconocer que también debió ver uno en el área contraria, tan claro como el 'panenkazo' de Siqueira a Valdés y con el que se redondeó el gustazo de los granadinos. Tiene mérito, leñe.

El sueño del empate apenas duró cinco minutos, pero moló ver el Camp Nou acongojado por culpa de los granadinistas, circunstancia completamente inesperada tras el primer tiempo, cuando el Barça encarriló el choque, abusó de la posesión ante un rival acomplejado y pudo haber sentenciado la contienda. Sin embargo, no lo hizo, pese a adelantarse en el minuto 3. 'Sólo' se fue con 2-0 al descanso y a la vuelta de vestuarios, primero un golazo de Mainz de cabeza y después un claro penalti de Alves sobre Benítez (el mallorquín le ganaría en los cien metros libres, como demostró ayer) anotado con temple de cirujano por Siqueira, colocaron una igualada que por momentos hizo soñar a Granada entera con la machada. Messi, que no es de este mundo, se encargaría de recolocar el asunto en su sitio. Pero a esas alturas ya nadie podía quitarle lo bailado a los rojiblancos, que con el 2-2 incluso pudo haber hecho el tercero.

Abel hizo rotaciones en algunos puestos, conducta lógica y que casi todos los entrenadores practican cuando visitan el Camp Nou, máxime en un partido entre semana. Descanso para dos de los hombres claves del equipo como Nyom e Íñigo López y oportunidad para Cortés y Mainz. En el caso de Nyom, apercibido con cuatro amarillas, hacerlo jugar en el Camp Nou era casi como condenarlo a ver tarjeta, y frente al Sevilla hace más falta.

Sólo pudo aguantar tres minutos indemne el Granada. Era una de las posibilidades, que apenas cuando el árbitro diera el pitido inicial el Barça ya fuera ganando. Así ocurrió. Cuenca desbordó por su lado, envió un perfecto centro al segundo palo, Messi vio perfecto la llegada de Xavi y le asistió de cabeza para que, de primeras, batiera a Julio César.

Y todo, pese a que el primer disparo del choque, apenas cuando se llevaba medio minuto, hubiera sido favorable al Granada, después de que Benítez provocara el fallo de Alves y el portugués agarrara el cuero en la frontal, pero se precipitó al chutar.

El Barça fue muy eficaz de inicio, tuvo puntería y en apenas 17' iba ganando por 2-0, después de una acción muy similar a la del 1-0: desborde de Cuenca a Cortés, buen centro pasado al segundo palo y, en este caso, definición perfecta de Messi también de primeras. No importó que el balón le llegara envenenado y difícil de barajar. La puso donde quiso.

El Granada había pagado los apreciables nervios de sus elementos defensivos, temblorosos desde el pitido inicial. Dubitativos y tímidos se presentaron todos sin excepción, desacostumbradamente imprecisos en las entregas y en las escaramuzas ofensivas, superados por el escenario y el rival. Pero el Granada sobre todo pagó el hambre de un Barça que se sigue viendo con opciones de cazar al Madrid y que jugó a un gran nivel el primer tiempo, con el dominio absoluto de la posesión y un no parar de llegadas, gambeteos, paredes, 'uys' de la grada'... Hombres contra niños, parecían. Demasiada diferencia.

Antes del 2-0 Julio César había evitado el gol a tiro de Messi, y después del 2-0 fue Teixeira, el árbitro, quien abortó el tercero al tragarse un claro penalti de Borja sobre Alexis (25'). De medio campo hacia adelante no había noticias del Granada, que corría detrás de la pelota la mayoría del tiempo. Nulos se mostraron Ighalo y sobre todo Jara, también Martins. Sólo Benítez hacía recordar de vez en cuando que el Barça no jugaba solo e incluso llegó a ofrecer un gran centro avanzado el primer periodo, que ni Ighalo ni nadie remató (40').

Abel tiró de Uche por Jara tras el descanso y ya en la primera carrera que se dio el nigeriano hizo más que el argentino, quien de no haber ido a Barcelona nadie lo habría notado. El guión de inicio parecía que no sufriría modificaciones, con el Barça monopolizando la pelota y todos esperando a que cayera el tercero. Pero la película iba a cambiar pronto, primero gracias a un perfecto cabezazo de Mainz a la salida de una falta botada por Martins. Golazo. Poco después, por la velocidad y el descaro de Benítez, que le propuso una carrera a Alves y le ganó. El brasileño lo derribó en el área, el colegiado no lo dudó y Siqueira tampoco, pese a que el estadio entero pareciera haber despertado súbitamente, tras todo el partido adormecido, y fuera un clamor para evitar lo inevitable.

El cabreo del Camp Nou fue en aumento con otro penalti que no vio Teixeira, esta vez por mano de Mainz que pareció. En la siguiente acción, a la contra, Uche envió fuera en una buena posición, y ya sí que todo parecía posible. Pero Messi estaba en el campo, justo la noche en la que se convirtió en el máximo goleador de la historia del Barça. Así que tenía que ser Messi el que desnivelara la balanza. Lo hizo en una posición muy dudosa, posiblemente en fuera de juego, pero resolvió como un crack tras pase de Alves, con una vaselina ante Julio César. Le faltaría todavía algún susto al aficionado local. Borja Gómez se incorporó en un ataque y fue arrollado por Valdés, en otro posible penalti . Acto seguido, en su primera intervención, el recién entrado Geijo pudo empatar, aunque el Barcelona no estaba dispuesto a sufrir más y al fin sentenció con el 4-2, cuando Tello recogió un rechace de, como no, Messi. El argentino, con el partido totalmente roto, aniquilado, también haría el quinto, tras otro pase de Alves y después de regatear a Julio César.

Pero faltaba el penalti a lo Panenka de Siqueira, nuevamente cometido por Alves, por jugar el cuero con la mano. El brasileño, además, era expulsado, lo que volvió a encender al Camp Nou. Siqueira se llevó su momento de gloria, con el doblete y el 'panenkazo'. Y Granada se fue feliz a la cama. Tiene mérito lo que hizo.

Árbitro: Teixeira Vitienes H (cántabro). Tuvo mucho trabajo. Erró en varias acciones muy importantes. Se tragó dos penaltis favorables al Barcelona y otro para el Granada, al que le pitó dos que fueron. Debió anular el 3-2, por fuera de juego.

Tarjetas: Rojas Alves, por doble amarilla (60' y 87'), Amarillas Keita (48'), Xavi (88'); Ighalo (7'), Dani Benítez (33'), David Cortés (58'), Moisés (63'), Borja Gómez (65'), Abel Gómez (89'), Geijo (89').

Goles 1-0 (3') Xavi. Cuenca desborda a Cortés por la izquierda, centra al segundo palo, Messi deja de cabeza para Xavi, que llega de cara y anota. 2-0 (17') Messi. Nuevo desborde de Cuenca por la izquierda, otro centro al segundo palo, que toca en un defensa y Messi, según le cae el cuero, engancha de primeras. Golazo 2-1 (54') Mainz. Falta lateral que bota Martins y que cabecea perfectamente Mainz, que 2-2 (61') Siqueira. Penalti de Alves sobre Benítez. Siqueira engaña a Valdés. 3-2 (66') Messi. El argentino recibe en posición dudosa un pase de Alves y bate a Julio César con una preciosa vaselina. 4-2 (81') Tello. Tello recoge de primeras un rechace tras tiro duro de Messi. 5-2 (85') Messi. Nuevo pase de Alves para el desmarque de Messi, que regatea a Julio César y marca a placer. 5-3 (90') Siqueira. El brasileño marca a lo 'Panenka' un penalti por manos de Alves.

Incidencias: Encuentro de la vigésimo novena jornada disputado en el estadio Camp Nou ante unos 62.461 espectadores, con la presencia de unas decenas de aficionados del Granada CF. Terreno de juego en óptimas condiciones.

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