La Reina María Pérez llama a la puerta del Princesa de Asturias

La atleta granadina, convertida ya en una las mejores deportistas españolas de todos los tiempos, aspira al reconocido galardón por sus méritos dentro y fuera de la pista

María Pérez con una de las medallas de oro logradas en Tokio / Efe

La granadina María Pérez se ha convertido por méritos propios en la mejor atleta española de todos los tiempos y en una de las deportistas nacionales más destacadas de la historia.

Su reciente bicampeonato mundial la ha encumbrado hasta el olimpo de los grandes atletas mundiales, con logros nunca antes conseguidos por una mujer.

A estos destacados éxitos deportivos se unen una serie de valores y de méritos humanos acumulados a lo largo de su vida que la convierten en una de las grandes aspirantes al próximo Premio Princesa de Asturias de los Deportes.

Esta misma semana los Ayuntamientos de Orce, su localidad natal; Guadix, donde ha crecido y se ha formado; y Granada, donde reside; han aprobado por unanimidad en sus plenos municipales presentar la candidatura al preciado galardón.

La propuesta de estos consistorios está apoyada y respaldada por deportistas, colectivos, personalidades y, en definitiva, una masa social inmensa que ven en María Pérez una digna ganadora de este premio.

Los méritos de la marchadora, de 29 años, están fuera de toda duda. A sus incontables campeonatos de España, récords nacionales y títulos europeos tanto individuales como por equipos, une cuatro entorchados mundiales y un oro y una plata olímpica.

Hay un dato lapidario. Tras su reciente doble oro en 20 y 35 kilómetros marcha el pasado mes en Tokio, es la primera mujer que logra dos títulos mundiales en dos citas continentales seguidas. Hasta ahora sólo lo habían logrado mitos del atletismo como Carl Lewis, Usain Bolt y Mo Farah.

Protagonizó en la pasada cita deportiva uno de los momentos más emocionantes y virales. Tras ganar el primero de los dos oros, esperó en la meta a su amiga y rival, la italiana Antonella Palmisano, que fue plata, a la que abrazó, ayudó y hasta desató las zapatillas antes de celebrar juntas sus medallas.

Quienes mejor conocen a María Pérez insisten una y otra vez en que, pese a sus triunfos deportivos, lo mejor de ella, lo que realmente la hace merecedora de elogios, alabanzas y premios como el Princesa de Asturias, es los valores que lleva a gala y que transmite, su ejemplo más allá de los entrenamientos y las carreras.

De hecho, en la citada propuesta de los ayuntamientos granadinos se destacan su esfuerzo, disciplina y perseverancia, que han sido claves para que una niña de la denominada ‘España vaciada’, de un pueblo de apenas unos cientos de habitantes alejado de cualquier núcleo urbano destacado, se haya convertido en una deportista de talla planetaria.

Hay un ejemplo que explica bien a las claras ese tesón, esa capacidad de sobreponerse a las adversidades para ser la mejor. En 2022, cuando ya se codeaba con la elite, fue descalificada tanto en los Campeonatos de Europa como en los Mundiales. No desistió, no se vino abajo. No se quejó, ni protestó. Trabajó durante meses en silencio para mejorar y depurar su técnica, para alcanzar un marchar impoluto, imposible de castigar por los jueces, algo que consiguió hasta poder exprimir sus cualidades al máximo.

Esos severos y eficientes cambios estructurales, algo dificilísimo de conseguir en una especialidad complicada y sacrificada como ninguna otra, despertaron la admiración del mundo del atletismo. Lo hizo de la mano de su entrenador de toda la vida, Jacinto Garzón, y muestra el carácter imbatible de una campeona como María.

Si ya es difícil hacerse con un nombre en una sociedad tan centrada en deportes mayoritarios como el fútbol, más aún lo es despertar admiración por lo que ocurre fuera de la pista, algo que ha ocurrido con la atleta por sus gestos solidarios continuos, la mayoría de ellos desconocidos para el gran público.

Se sabe que es voluntaria de Cruz Roja y que ha participado en numerosas campañas del colectivo, muchas de ellas relacionadas con la atención a personas sin hogar y a inmigrantes. También que tras las inundaciones del pasado año en Valencia puso en marcha una iniciativa para ayudar a los damnificados y que se fue al epicentro del desastre a ayudar.

Además, es un referente en favor de la visibilidad LGTBQ y llegó a ser uno de los rostros de la campaña del gobierno español ‘Deporte con Orgullo’. También una firme defensora de los derechos de los niños, a los que acompaña y asesora siempre que puede en múltiples actos a los que nunca se niega a acudir.

Inteligente, indestructible y una bestia competitiva sobre el asfalto; sonriente, espabilada y con una capacidad innata de transmitir felicidad y buen rollo fuera de la competición. Campeona del atletismo y de la vida. María Pérez, la reina del deporte que llama a la puerta del Princesa de Asturias.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último