Joe Ingles no es que sea un fuera de serie en esto del deporte de la canasta, pero, a su manera, tiene cosas de genio, como la de ser capaz de lo mejor y de lo peor, al igual que Guti. Mi compañero Juan José Fernández, que de esto sí sabe una 'jartá', ya comentaba a principios de temporada que si había algún jugador capaz de salirse en un encuentro después de estar desaparecido en combate en otros,  ése era el australiano. El tiempo le ha dado la razón, pues el de las antípodas ya tiene en su zurrón dos nominaciones como mejor jugador de la jornada.

2 MVP's 2

Ser MVP no es nada fácil en una competición como es la Liga ACB. Y menos repetir el título. A simple vista, la destartalada figura de Ingles recuerda, y de qué manera, a Shaggy, el fiel compañero de estropicios de Scooby Doo. Y la verdad es que sobre la pista de juego hay todo un personaje. Ha demostrado su versatilidad al jugar como 'tres' y como 'cuatro'. Y también que es lo más parecido al Guadiana con sus apariciones y desapariciones. Cuando tiene la muñeca fina es capaz de desarmar al rival en un pispás, como hizo con el Xacobeo, al igual que puede estar mucho tiempo sin ni siquiera mirar el aro rival. Puede dar la mejor de las asistencias y perder el balón de la forma más tonta. Pero hay algo que no se le puede negar: su entrega e intensidad. Por todo lo dicho y su condición de comunitario, es un jugador que sería muy interesante en no pocos equipos.  

LA OCTAVA

La segunda designación de Ingles como MVP de la jornada coincidió con la octava victoria del Club Baloncesto Granada. Los de Poch no podían fallar ante un rival directo y pudieron con la presión... y con el rival.

UN MUNDO

No está todo conseguido. Queda mucho por hacer y mucha temporada por delante. Tal como está la Liga no hay que confiarse y firmar el decimotercer triunfo cuanto antes.