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El trivote, la solución a la que al final todos recurren

  • Abel se agarra al recurso usado en su día por Alcaraz y por Caparrós

Las ruedas de prensa que Abel Resino ofrece antes de los partidos suelen ofrecer pistas sobre lo que va a ser la alineación del día siguiente, aunque hasta que minutos antes de cada encuentro es oficial la alineación todos somos incapaces de adivinar a quién se refiere en sus discursos, a quiénes van dirigidos sus dardos. Ya no podemos tener contemplaciones con nadie, jugarán los que mejor estén, vino a decir el sábado, que es cuando también deslizó que iba a probar y a cambiar todo lo que estuviera en su mano para tratar de que el equipo funcionara. El once elegido ante el Sevilla demostró que la primera afirmación iba por jugadores como El Arabi, Piti o Rochina, llamados a ser importantes e imprescindibles en este equipo pero carne de banquillo o de grada ayer, siendo los dos primeros los que pagaron el pato tras lo de Almería. Lo de probar y cambiar se traslució directamente en la titularidad de Success y, sobre todo, en el cambio de dibujo ofrecido ante el Sevilla. El habitual 1-4-2-3-1 utilizado por el técnico desde que llegó mutó ayer al 1-4-3-3, que también puede enunciarse como un 1-4-1-4-1. El trivote en la medular que le funcionó a Lucas Alcaraz de maravilla y que en su día, y ya casi a la desesperada, probó Joaquín Caparrós, fue el recurso al que se agarró Abel para tratar de mejorar al equipo. Fran Rico fue el que ejerció de pivote puro, con Rubén Pérez e Iturra por delante.

muchos medios

El nuevo planteamiento, a la vista del resultado, funcionó al Granada, ya que pocos apostaban por poder sumar dado el mal momento que atravesaba el equipo y el enorme potencial y gran estado de juego y de resultados del oponente. La acumulación de hombres en la medular no dotó al Granada de más posesión, pero sí que imposibilitó el habitual juego de toque rápidos y balones en profundidad de los hispalenses. Eso sí, además de juntar efectivos por el centro con los tres medios jugando a la vez, la tarea encomendada a Robert y a Candeias, los elegidos para ocupar las bandas, era tanto ofensiva como defensiva, ya que tuvieron que trabajar mucho para taponar las constantes subidas de los laterales. Esto también provocó que cuando el Granada recuperaba el balón tuvieran espacios para correr y crear peligro a la contra.

los cambios

Abel concluyó el encuentro con el mismo sistema de juego, pero cambiando a tres de los cuatro integrantes de la línea que jugaba por detrás del punta. Solo se mantuvo Iturra, que con su capacidad de trabajo y gran despliegue físico ha vuelto a ser indiscutible en este equipo. Juan Carlos y Lass dieron oxígeno a las bandas, aunque apenas aparecieron en ataque y no mejoraron a los sustituidos, mientras que Piti entró en los últimos instantes con la idea de tener más la pelota y aparecer por cualquier lado del campo. Ninguna de las dos cosas ocurrió.

banda derecha

Mucho mejor le salieron las sustituciones a Emery, sobre todo la de Aleix Vidal, que se convirtió en toda una pesadilla por la banda derecha del Sevilla. El ex del Almería es un interior reconvertido a lateral que parte desde la parta derecha de la defensa pero que percute como un extremo a la vieja usanza. Sacó los colores a un Insúa que hasta su entrada estuvo correcto y fue el principal culpable de que el Sevilla pudiera igualar y casi ganara.

línea de cuatro

Pese a esos problemas del argentino con Vidal, la zaga rojiblanca se comportó bien. Nyom estuvo a su nivel y tanto Cala como Mainz demostraron, por fin, que dan la talla en este equipo.

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