EL Grupo Azvi acaba de cerrar un acuerdo con un socio local para establecer una empresa constructora que empezará a operar de inmediato en Qatar y en el futuro en el resto de los Emiratos Árabes. Esta compañía es el resultado de dos años de gestiones de la constructora andaluza y comenzará a licitar en el mes de noviembre. Qatar tiene entre otros atractivos la posibilidad de que el 2 de diciembre le adjudiquen la organización del Mundial de fútbol de 2022, sede que disputa con Australia y Estados Unidos.

Una de las sorpresas del presidente de Azvi, Manuel Contreras, durante su estancia en Qatar la semana pasada, fue conocer una tecnología desarrollada en el emirato para conseguir bajar la temperatura en un campo de fútbol, desde los 50 grados del exterior del estadio a 25 en las gradas y hasta 17 en el césped, a base de chorros de aire frío que consiguen un microclima artificial. El único inconveniente es el gasto de energía.

Esta filial de los Emiratos Árabes es la primera en Asia del Grupo Azvi, que ya tiene negocios fuera de España en América (Chile, México, Brasil y Perú) y Europa (Rumanía y Portugal). La presencia en el exterior compensa el descenso de obras en España. La previsión de Azvi es que en 2011 su cifra de negocio en el extranjero sea de 150 millones de euros y se convierta en un tercio de su facturación. El Grupo intenta desde hace años introducirse en India y Estados Unidos.

Esta constructora y otras muchas del sector se preparan para adaptarse a los nuevos tiempos en el mercado nacional. La fórmula que más se va a practicar en los próximos años es la de cooperación público privada. El cambio de titular en la Consejería de Obras Públicas no ha retrasado los planes previstos para las licitaciones. Varias semanas antes del relevo se publicaron seis obras de carreteras en las provincias de Almería, Córdoba, Granada, Jaén y Sevilla, por valor de 141,46 millones. Y el 10 de noviembre está previsto que se liciten otras cuatro, por 60,45 millones, en las provincias de Córdoba, Granada y Sevilla.

Por cierto, que sobre las obras públicas y la historia de España en los tres últimos siglos, la editorial Destino ha publicado esta semana un interesante ensayo, España, capital París, del catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Barcelona Germà Bel i Queralt, que fue diputado en el Congreso por el PSC entre 2000 y 2004. El autor se remonta a 1561: Madrid era una modesta ciudad del centro peninsular, cuando es designada sede permanente de la Corte de los Austrias. Pero el recorrido se inicia a principios del siglo XVIII. Entonces Madrid se convierte en el kilómetro cero.

La tesis de Bel es que a partir de entonces se produce lo que llama la apoteosis del nuevo Estado radial: con las carreteras del XVIII, los ferrocarriles del XIX, las autopistas del XX y los AVE del XXI. El autor considera que en las últimas décadas, con la consagración de la capitalidad económica, Madrid se ha convertido en el París de España, el mismo que soñaron desde los primeros borbones hasta ilustres reformadores contemporáneos.

Una forma de articular España de distinta manera a la radial o centralista se ha practicado en la primera generación de fusiones de las cajas de ahorro emprendida con firmeza por el Banco de España. En los dos últimos años el Banco que preside Miguel Ángel Fernández Ordóñez ha ordenado sistemas institucionales de protección (sip) de cajas repartidas por el territorio nacional, como el grupo mediterráneo en el que se encuadra Cajagranada.

El director general de supervisión del Banco de España, Jerónimo Martínez, ha enviado a Sevilla una embajada para animar a Cajasol, presidida por Antonio Pulido, a realizar algún proceso de integración. El BdE impulsa ya la segunda generación de fusiones. Ibercaja, Unicaja y Cajasol están entre las pocas entidades de ahorro de toda España que no han tenido que hacer una fusión forzada. Las andaluzas han realizado dos uniones con cajas pequeñas como Jaén y Guadalajara. Ibercaja, ni eso. Todas las demás de tamaño grande, incluidas Caja Madrid y La Caixa, han entrado en danza, para reducir el mapa cajero español a 17 grupos. Ahora, el Banco de España pretende una nueva ronda que reduzca esa cifra a la mitad. Así que cualquier combinación pasa por Málaga, Sevilla y Zaragoza.

No parece sin embargo, que el BdE tenga tanta prisa ahora como hace un año por reducir del número de cajas de ahorro en España. Y menos aún las dos principales cajas andaluzas, cuyos presidentes no se hablan, no tienen relación. Fuentes solventes consideran que el informe técnico sobre la fusión entre Unicaja y Cajasol puede estar retenido en el cajón de Braulio Medel. De manera oficial no ha entrado en la Consejería de Economía. La Junta, por su parte, ha decidido afrontar con otro ritmo este asunto.

Una espera que no es condescendiente; los máximos responsables del Gobierno andaluz en la materia preferirían una fusión con todas las de la ley antes que un sip, que consideran innecesario dada la buena salud de ambas entidades. Y si es con Ibercaja y con la sede en Andalucía, mejor. Aunque una operación de esta envergadura sólo se puede hacer con un perfecto entendimiento entre el PSOE y el PP, que no pasan por una luna de miel.

La que sí ha cerrado esta semana es un sip de la Caja Rural del Sur (Huelva y Sevilla) con la de Extremadura. Esta unión será uno de los 18 pilares de la mayor concentración que se va a producir en España: casi la mitad de las 67 cajas rurales que quedan anunciarán hacia mitad de noviembre que constituyen un sip normativo con el 81% de los activos de las cooperativas de crédito, lo que supone unos 52.000 millones. En ese sip participarán junto a Caja Rural del Sur, las provinciales de Córdoba y Jaén. También la de Granada, presidida por Antonio León.

Una poderosa agrupación de empresas, Cotec, que responde a una iniciativa del Rey en 1980, puede ser el destino de Francisco Vallejo, ex consejero de Obras Públicas, Salud e Innovación. Cuando termine su periodo de dos años de incompatibilidad podría incorporarse a su presidencia. Cotec es producto de una sugerencia de don Juan Carlos a un grupo de empresarios para crear una organización que promueva la innovación tecnológica e incremente la sensibilidad social por la tecnología.

Empresas de la talla de BBVA, Telefónica, Repsol, La Caixa, Caja Madrid, Endesa, Iberdrola o Mercadona están en el patronato, con otras compañías privadas y públicas, e instituciones. La Junta considera estratégico para el sistema regional de innovación colocar en este puesto a un andaluz. Pero hay que hacerle un hueco; para presidir Cotec hay que presidir antes una de las empresas asociadas.