Juan José Toribio advierte de la "adicción" andaluza a la subvención
Foro Joly · Juan José Toribio
El profesor emérito del IESE señala que la inestabilidad política constituye la principal amenaza para la recuperación. "A Cataluña le iría peor en el proceso de secesión", alerta.
La "adicción" a las subvenciones es una de las principales variables que explican la divergencia entre la economía española y la andaluza, según el profesor emérito del IESE y presidente del Centro Internacional de Investigación Financiera (CIIF), Juan José Toribio, que intervino ayer en el Foro Joly celebrado en el Hotel NH Collection Sevilla con el patrocinio de Atlantic Copper. "La subvención es como una droga para la economía: la hace adicta y la destruye", señaló Juan José Toribio, que apuntó también a la estructura de la economía andaluza, donde las exportaciones tienen un peso inferior a la media española, como otro de los factores que contribuyen a su atraso.
Más de un centenar de representantes del ámbito de las empresas y finanzas andaluzas se dieron cita para escuchar a uno de los principales expertos en macroeconomía de España, que fue presentado por la directora general económico-financiera de Atlantic Copper, Macarena Gutiérrez. Discípulo del Nobel de Economía Milton Friedman, Juan José Toribio ha dado prueba de su brillantez a lo largo de una carrera profesional que le ha llevado a desempeñar puestos de relevancia en el sector público: economista del Banco de España; director general de Política Financiera en el Ministerio de Economía a las órdenes de Enrique Fuentes Quintana y director ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI). Además de su carrera en el sector público, el profesor emérito del IESE también ocupó cargos directivos en diversas entidades financieras como Banco Urquijo, Banco Hispano Americano o La Caixa.
Juan José Toribio destacó que la economía española se encuentra inmersa en "una inercia de recuperación del crecimiento", tras encadenar ocho trimestres consecutivos de avances del Producto Interior Bruto (PIB). El experto relativizó el impacto positivo de factores exógenos a la economía española, como la política expansiva del Banco Central Europeo o el derrumbe de los precios del petróleo. "España pasó de tener el segundo mayor déficit por cuenta corriente del mundo a un superávit del 3% del PIB en tres años sin ser impuesto por la troika. Es un vuelco enorme, mérito de la sociedad española que ha sabido apretarse el cinturón con un coste social muy importante", apuntó el economista del IESE. Juan José Toribio agregó que las reformas del Gobierno han tenido un impacto menor, aunque alabó la reestructuración del sistema financiero.
Sin embargo, el experto señaló que la economía española aún está lejos de superar las secuelas de la crisis en materia de empleo. De los 4,1 millones de desempleados generados por el estallido de la Gran Recesión, sólo 1,1 millones han abandonado las listas del paro. En cuanto a los ocupados, la economía española sólo ha recuperado a 948.000 trabajadores de los más de tres millones de puestos de trabajo destruidos en los últimos ocho años. "Queda mucho para que alcancemos la normalidad económica y laboral", abundó.
El profesor emérito del IESE recordó que el panel de economistas españoles prevé que la economía española cierre 2015 con un avance del 3,2%, impulsada especialmente por el crecimiento del consumo de las administraciones públicas debido al "año electoral". Para 2016, el pronóstico de consenso pronostica que el crecimiento se frene hasta el 2,8%. "Esta moderación es acorde con la ralentización de la economía mundial esperada para el año que viene por las incertidumbres de la economía china", relató Juan José Toribio. "Un 2,8% es una tasa de crecimiento satisfactoria, sobre todo porque la inflación está bajo control por la política monetaria expansiva del BCE y contamos con un superávit en la balanza de pagos, por lo que no tenemos los frenos tradicionales al crecimiento de la economía española", agregó.
Los principales riesgos para la recuperación no proceden del ámbito económico, sino del político y el territorial. Si hace unos meses la principal preocupación de los inversores internacionales era "el surgimiento de un partido similar al Syriza griego", ahora el foco está puesto en el desafío soberanista catalán, que a su juicio ya está frenando a la economía española. "Cataluña supone el 20% del PIB español. Desagregarlo sería una operación muy traumática", afirmó Juan José Toribio, que subrayó que "hay que pensar en las consecuencias y en los costes del proceso de secesión".
El profesor emérito del IESE incidió en que "a Cataluña le iría peor a corto plazo en todo el proceso de división". "Cataluña se quedaría fuera de la Eurozona y su sistema financiero sufriría las consecuencias. Veríamos las mismas colas ante los bancos que en Atenas. Y perdería todo el atractivo para los inversores, además de que su deuda es inviable sin ayuda exterior", enumeró Juan José Toribio. Para el experto, la concesión a Cataluña de un régimen fiscal como el de País Vasco y Navarra es inviable.
"Su régimen financiero es una anomalía que no existe en ningún otro lugar del mundo. Si es una excepción histórica por razones históricas, es asumible. Si le añadimos un 20% del PIB, es imposible llevar a cabo una política económica y fiscal coordinadas", pronunció. "Eso no sería un Estado federal sino uno medieval en el que el señor recauda los impuestos para el rey", criticó.
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