Foro joly

Montoro: "Zapatero es como el médico que pone en riesgo la vida del enfermo"

  • Montoro alerta del rápido deterioro que sufre el país en términos económicos y de imagen.

Cristóbal Montoro (Jaén, 1950) no es muy alto, ni muy guapo, ni tampoco especialmente ducho en el arte de la oratoria, pero maneja a la perfección los códigos de la política. Uno de ellos, quizás el principal, consiste en criticar al contrario para reafirmar al compañero y, en este caso, ex jefe. Si José María Aznar, mucho menos comedido en sus intervenciones públicas, lanzaba el lunes otro dardo al presidente Zapatero -"nadie hizo tanto daño en tan poco tiempo"-, Montoro se unió ayer a la fiesta con una reformulación de la conclusión. "Zapatero es lo más parecido a un médico que confunde un resfriado con una neumonía y pone en riesgo la vida del enfermo". Tras la bofetada, las soluciones económicas del PP, presentadas en el Foro Joly que patrocinó el Grupo Azvi por el jiennense, coordinador del partido en este ámbito, catedrático de Hacienda Pública, ex ministro y ex eurodiputado.

El presidente del PP-A, Javier Arenas, lo definió como una de las dos mitades del tándem perfecto que formaba con Rodrigo Rato, ahora al frente de Caja Madrid. Eran otros tiempos. Los tiempos de los ocho millones de empleos creados (1,4 millones en Andalucía). Los tiempos del milagro español. Montoro vendió ayer optimismo de futuro contra el pesimismo presente. La solución, obviamente, pasa por recuperar el poder. Y, al hacerlo, el PP aplicaría sus recetas de entonces, "aunque actualizadas".

Primera medida: austeridad en el gasto público "para el conjunto de las administraciones". "Sería necesario un gran pacto para determinar qué servicios públicos hay que salvaguardar sí o sí, y para eso hacen falta leyes de estabilidad presupuestaria", aclaró el dirigente andaluz. El Gobierno, por cierto, aprobó el pasado viernes un plan con el que espera ahorrar 50.000 millones hasta 2013.

Segunda: "Bajar selectivamente los impuestos a quienes nos tienen que sacar de la crisis, que son los emprendedores". La pregunta posterior era obligatoria. "¿Qué impuestos? Por ejemplo, el IVA a todas las reparaciones domésticas, de locales e industrias (cerrajería, fontanería, carpintería); un IVA superreducido para las actividades de hostelería y turismo; que no se ingrese este tributo cuando se emite la factura sino cuando se cobra; bajar el Impuesto de Sociedades sin condicionarlo al tamaño de las plantillas; bajar las cotizaciones a la Seguridad Social para favorecer la contratación", describió Montoro.

Tercera: sanear el sector financiero. "En caso contrario, no tendremos crédito bancario y no saldremos de la crisis. Hay que utilizar ya el FROB [Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria] y también hay que introducir un precio más realista para los activos inmobiliarios de las cajas".

Y cuarta: reformas estructurales. "Hacen falta en el mercado laboral [ver información adjunta], pero también, por ejemplo, en el terreno energético, donde la I+D debería entenderse no sólo en términos de producción, sino también de comercialización". Montoro coronó su exposición con una oda a la fórmula popular. "Tenemos una gran tarea por delante, pero lo que nos anima e ilusiona es la experiencia de haber sabido escapar de una situación muy difícil en los años 90".

El turno de ruegos y preguntas, casi siempre más fructífero por menos encorsetado, permitió a Montoro repasar algunos de los asuntos más actuales. El retraso de la edad de jubilación de 65 a 67 años le empujó a un ejercicio de ambigüedad. "Si se trata de promover voluntariamente la estancia de las personas en el trabajo, estamos de acuerdo, pero hay que buscar estímulos económicos para prolongar esa voluntariedad. No se puede forzar legalmente como ha hecho el Gobierno y, además, esta cuestión no va a resolver el problema de España, que es el paro y el excesivo endeudamiento".

No le sentó nada bien al diputado popular que alguien le recordara que el actual modelo económico, basado en una voraz tendencia a la construcción , se inició con Aznar. "El precio de los pisos no es la clave. Cuando nos fuimos, el déficit de la balanza de pagos era del 2,5%, pero en cuatro años ha llegado al 11%. La economía no tenía apalancamiento con el Gobierno del PP. Tampoco se financiaban las tomas de posición empresariales. El modelo económico no es decirle a la gente dónde invertir ni cuántos pisos construir. Andalucía se ha convertido en la segunda residencia de Europa. ¿Eso es malo? Es buenísimo para un país", reflexionó.

Tampoco comparte Montoro la idea expresada ayer por el FMI de rebajar los sueldos para dejar atrás la recesión. "No estoy a favor ahora que hay una caída del consumo. Bajar salarios es un formidable error y además es inviable". ¿Y el adiós de Manuel Pizarro? "Es una decisión personal y respetable, pero me habría gustado que siguiera".

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