Las entidades bancarias españolas han elevado un 7,9% en lo que va de año las comisiones que cobran a sus clientes por las tarjetas de débito, hasta situar su importe en 16,66 euros anuales, y un 6,56% lo que cobran por las de crédito, hasta los 33,3 euros al año, según datos del Banco de España. Hace unas semanas, la Comisión Europea publicó un informe en el que revelaba que la banca española es la segunda más cara de la UE en comisiones con un coste medio de 178 euros al año por cuenta, sólo superado por Italia.
Sustento de la crisis financiera
Después de las ayudas y avales gubernamentales y de las inyecciones estatales de liquidez, los bancos españoles están sustentando su recuperación en el aumento de las tarifas que cobran por sus servicios, en la reducción de costes (ajustes de plantilla y red) y en la captación de depósitos, que ha crecido un 55%. Solo en agosto, el sector financiero ha engordado sus arcas con 27.313 millones de euros en depósitos, según el Banco de España.
Pese a ello, los bancos han buscado otra vía para ganar rentabilidad en plena crisis: con los tipos de interés oficiales y el Euríbor en sus mínimos históricos y el grifo financiero dando crédito con cuentagotas, la banca ha decidido rascar unos ingresos extra subiendo las comisiones que cobra por las tarjetas. En lo que va de año ha elevado un 7,9% las de débito y un 6,5% las de crédito.
El incremento de las comisiones es todavía mayor si se compara con las de septiembre del pasado año, cuando los clientes pagaban 14,57 euros por tener sus tarjetas de débito y 30,48 euros por las de crédito, lo que supone un crecimiento interanual (septiembre de 2009 sobre el mismo mes de 2008) del 14,34% y del 9,25%, respectivamente.
El importe que pagan los usuarios de media al año desde el pasado mes de septiembre por el mantenimiento de estas tarjetas es el más elevado desde hace cuatro años, cuando las comisiones se elevaban a 10,66 euros en el caso de las tarjetas de débito, y a 22,44 euros en el de las de crédito.
Estas comisiones son las que de media cobran las entidades a sus clientes al año, sin embargo, varían en función de la entidad que se considere. Muchas de ellas, incluso, eximen a sus clientes de este pago si domicilian su nómina, recibos o contratan planes de pensiones.
Aumenta su uso
En 2008, el número de tarjetas de crédito en circulación en España alcanzó los 43,78 millones, la cifra más alta desde el año 2000, según datos proporcionados por las redes de tarjetas al Banco de España. En concreto, el número de tarjetas de crédito se ha multiplicado por casi tres desde el año 2000, pasando desde los 16,06 millones de ese año hasta los 43,78 millones del pasado mes de marzo. A pesar de las altas comisiones que cobran los bancos, los consumidores han incrementado su uso ya que permite, entre otros servicios, el pago aplazado de las compras.
Hace unas semanas, la Comisión Europea publicó un informe en el que revelaba que la banca española es la segunda más cara de la UE en comisiones con un coste medio de 178 euros al año por cuenta, sólo superado por Italia. El informe estudia 224 bancos europeos, que cubren el 81% del mercado comunitario, y la imagen que ofrecen los 18 bancos y cajas de España analizados está lejos de ser ejemplar. El coste promedio de 178 euros anuales de una cuenta corriente en una entidad española es el segundo más caro de la Unión, sólo superado por los 253 euros de Italia.
La circunstancia se ve agravada por una transparencia inferior a la media y una comprensión de la información también por debajo de la media. El informe hace notar que en más del 90% de los bancos españoles estudiados, los autores tuvieron que reclamar información que aclarara lo que indicaban las web de las entidades.
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