El Distrito Albaicín, en fotos
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Controlar el flujo de turistas y el alza de los precios es el caballo de batalla en el barrio Patrimonio Mundial, que pugna por mantener una población que envejece poco a poco, o que huye ante la carestía de los alquileres. Mientras tanto, Haza Grande y El Fargue permanecen alejados, con sus propios problemas, de las vicisitudes de un Albaicín que se revuelve para seguir siendo la esencia, el pueblo dentro de la gran ciudad
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Ir a la noticia: Distrito Albaicín: El barrio donde ya no hay misa todos los días
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Un turista desayuna en la Carrera del Darro mientras un gorrión espera comida

En la barriada de La Churra, los repartidores tienen que subir el género a pulso

Un microbús urbano discurre por la Carrera del Darro

Dos turistas esperan el bus con la Alhambra sobre sus cabezas

Una señora mayor pasa por delante de la fachada de Santa Catalina de Zafra

El viernes tocaba mercadillo de artesanía en el Paseo de los Tristes

María de Mar, con sus perros y sus cachorros

Tres vecinas del Distrito charlan en el Centro Cívico del Albaicín

El Albaicín es un barrio lleno de vida

Turistas y habitantes se mezclan en la calle Panaderos

Pepi es la quinta generación que atiende el supermercado de su familia

Plaza Larga, entre turistas y autóctonos del lugar

El Arco de las Pesas, focos de polémica por las pintadas

Pescaderos en Plaza Larga

Una artesana muestra su producto en la Cuesta Alhacaba

La Alhambra, vista desde el Sacromonte

La Alhambra, vista desde el Sacromonte

Dos turistas descienden por unas escaleras en el Sacromonte

Estampa típica de habitantes y turistas en el barrio

Interior de la cueva del Bar Pibe
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