¿Es Granada una ciudad de derechas?

Elecciones Municipales: Pactómetro

El PP ha dominado todas las llamadas a las urnas durante los últimas tres décadas hasta el pasado 28-A

El PSOE ha resistido con pactos y una moción de censura a Torres Hurtado en la última legislatura

Díaz Berbel (izq.) y Juan de Dios Martínez Soriano (dcha.), tras conocer los resultados de las elecciones de 1999.
Díaz Berbel (izq.) y Juan de Dios Martínez Soriano (dcha.), tras conocer los resultados de las elecciones de 1999. / G. H.
Enrique Abuín

12 de mayo 2019 - 18:06

Granada/Respecto a la pregunta del titular habrá quien piense rotundamente que sí, quien opine lo opuesto y quien advierta los muchos matices ante tal cuestión. La demoscopia sí refleja cierta tendencia hacia posiciones conservadoras en la capital. Los datos de las elecciones democráticas señalan que la ciudad de la Alhambra es un feudo de la derecha y del PP, al menos en cuestión de votos, durante prácticamente las tres últimas décadas.

De hecho, el PSOE ha tenido que esperar casi 30 años para ser la primera fuerza en la capital en unos comicios, sean del tipo que sean, hasta el pasado 28 de abril cuando las generales le dieron a la parroquia socialista una alegría que llevaban décadas sin saborear. Pero la fortaleza del color azul en Granada ha sido indiscutible y ya desde que Alianza Popular alcanzara los 11 concejales en 1987, los populares no han bajado de ese número de escaños en las elecciones municipales.

Asimismo, excepto en la última llamada a las urnas del 28-A, han ganado en la capital desde las elecciones andaluzas de 1990 en adelante. No obstante, sus victorias con la lista más votada en los comicios locales no les han servido para gobernar siempre en la Plaza del Carmen, debido a pactos como los de 1991 y 1999 o mociones como la de este último mandato que han sacado de la Alcaldía al PP en detrimento de un alcalde socialista.

Bien es cierto que el bipartidismo ha sido lo habitual en Granada como en el resto del país, con una izquierda –entendida la izquierda como IU y sus herederos– que se mantienen en unos números muy residuales. Como también es verdad que en el cómputo de los 40 años de democracia, el PSOE ha estado gobernando un total de 23 años por los 17 del PP y que ha habido cuatro alcaldes socialistas de largo recorrido (más los que duraron meses) por solamente dos regidores del PP en esta época. Cifras que es explican en los mencionados pactos o la moción de censura a Torres Hurtado que han permitido al PSOE gobernar en una ciudad que solamente le ha otorgado dos mayorías absolutas por las cuatro del PP.

Para los que puedan pensar que Granada es una ciudad de derechas nada más tienen que mirar a las victorias del PP en municipales, autonómicas y generales desde 1991 o a las mayorías aplastantes que cosecharon tanto Díaz Berbel como Torres Hurtado antes de caer. Todo ello, mientras el suelo del PSOE iba cayendo más y más bajo hasta estancarse en los ochos concejales en 2011 y 2015.

En una comparativa más global, resalta que durante los 40 años de gobiernos socialistas en la Junta de Andalucía la mayoría de las capitales andaluzas han sido uno de los primeros muros de contención para el PSOE-A que ha encontrado oposición en alcaldes que han durado varios mandatos.

En definitiva, se podría concluir que Granada ha sido, con los datos que hay hasta ahora, una ciudad con una derecha fuerte y muy apegada al PP. Pero la nostalgia no vale en las urnas. Desde 2015, los populares ya tuvieron la ocasión de ir aprendiendo que en la política moderna, por encima de las tendencias demoscópicas importan los pactos. Tiempo han tenido.

Triple desgaste del Partido Popular

El PP de la capital se presenta a esta llamada a las urnas con varios problemas que tienen una raíz común. Por un lado, la turbulenta última legislatura que los sacó de la Alcaldía con la dimisión obligada de Torres Hurtado tras el caso Nazarí y la división interna del partido que el partido podría acabar acusando en las urnas. Por otra parte, los problemas que ha tenido el PP a nivel nacional que derivaron en la moción de censura de Pedro Sánchez y que han derivado en un discutido liderazgo tras el batacazo en las pasadas generales del 28 de abril. A todo esto hay que sumar, la pérdida de confianza del electorado de la derecha con el consiguiente crecimiento de Ciudadanos y Vox, la famosa fragmentación que está instalándose en la derecha. Una división que también se ha plasmado en Granada con la creación de varias candidaturas alternativas que se sitúan en el espectro de la derecha. No obstante, la mencionada fragmentación del voto no pesa tanto en unas municipales al ser voto directo y, además, en el PP esperan que la tendencia del voto varíe al haber existido poco tiempo entre unas elecciones y otras. Con todo, el pactómetro apunta a una previsible bajada del Partido Popular en votos y concejales, que tendrá que compensar con su capacidad para sumar por medio de una alianza.

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