Elecciones municipales: Pactómetro

Los dos bloques: ¿también en las municipales?

  • El pactómetro en la política local parece abocado a una política con dos bandos al igual que en la nacional

El clima nacional de bloques va camino de instalarse en la Plaza del Carmen.

El clima nacional de bloques va camino de instalarse en la Plaza del Carmen. / G. H.

Las noches electorales ya no son electorales son noches de pactómetro. Y las campañas se han convertido en más de lo mismo: mitinear durante el día y acostarse pensando qué posibilidades hay de formar gobierno con unos o con otros. Aunque lo de jugar a dos bandos parece cosa de otra época. La política de bloques, salvo giros inesperados, también se está instalando en el ámbito municipal, al menos en lo que respecta a Granada, y se antoja difícil –que no imposible– que al PSOE de Paco Cuenca lo apoyen otros partidos que no estuvieran en el espectro de la izquierda.

Es decir, que el alcalde se la juega en estas elecciones a hacer valer su gestión y mejorar su resultado de ocho concejales más lo que sume Podemos-IU y a la incógnita de si Vamos Granada ha conseguido arraigar tanto entre los votantes de la ciudad como para volver a tener representación, toda vez que ya no se presenta auspiciada por la marca morada. Y luego ver si Marta Gutiérrez está por la labor de investirlo alcalde en el caso de que entre las tres formaciones sumaran los catorce necesarios.

Por otro lado está el teórico bloque de la derecha y el centroderecha, que conformarían PP y Ciudadanos, pese a que nivel nacional existe una lucha de poder importante después de las generales tanto por ser el primer partido de este bando como por quién tiene el centro. Tampoco han sembrado el terreno los populares con Vox tras las pasadas elecciones, aunque se sobrentiende que la formación más escorada a la derecha acabaría apoyando a uno u otro partido en Granada.

Porque en este bloque lo que se decide es la hegemonía del PP y si Ciudadanos será capaz finalmente de dar el esperado sorpasso en capitales influyentes como Granada o, si por el contrario, sigue lejos de ser la opción preminente del votante de derechas. Todo apunta a que el menos votado entre Sebastián Pérez y Luis Salvador se vería obligado a apoyar al otro para hacerlo alcalde con la supuesta suma de Vox.

El PP, al que encuestas internas le dan un resultado complicado y en pleno desgaste tanto a nivel local por el caso Nazarí como nacional, apelará a su votante tradicional para no perder muchos apoyos, aunque es muy difícil que llegara a esos dobles dígitos de concejales que le acompañan desde el año 1987. Con la traslación de andaluzas y generales, el bloque Pérez-Salvador tiene factible sumar los 14 ediles que otorgan el trono de la Plaza del Carmen.

La campaña, ya en marcha, es una carrera de medio fondo en la que todavía pueden variar mucho los movimientos y siempre existe la posibilidad de un viraje sorprendente en cuanto a los posibles pactos de gobierno. Con el voto tan fragmentado los escenarios que se abren son múltiples siempre y cuando no se aferren a los supuestos bloques.

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