Peru Cámara | Escritor

“La realidad supera a la ficción”

Peru Cámara

Peru Cámara / Beñat Gereka

Peru Cámara nació en Portugalete (Vizcaya) en 1978. Es un enamorado del cine y la literatura. Se licenció en Bellas Artes en la especialidad audiovisual y, tras trabajar varios años en el medio televisivo, se dedica a la docencia como profesor de educación secundaria. Galerna (Duomo ediciones) es su primera novela.

-¿Cómo se inicia un profesor en la literatura con una novela negra?

-En ese caso, más que a mi profesión (la cual adoro), habría que remontarse a mi formación académica. Estudié Bellas Artes por la especialidad audiovisual y siempre he sentido mucha curiosidad por lo que había detrás de aquellas historias que tanto me fascinaban. Una de las características que más apreciaba era el sentido del ritmo; esas películas con una cadencia alta, donde los acontecimientos se van sucediendo de manera coherente, que te atrapan y mediante los cuales se dibuja el arco dramático del personaje y se define la historia. De ahí, a asumir como reto si yo sería capaz de eso, de imaginar y plasmar en papel aquellas tramas que me gustaría leer. Al final es eso, escribir la novela que a uno le gustaría leer.

-¿Es el título de la novela, 'Galerna', una metáfora de esta historia criminal?

-Galerna es un tipo de tormenta muy localizada en el País Vasco, suele ser explosiva y en verano, y sí, las tormentas también pueden ser interiores, hasta catárticas de algún modo; la lluvia y su efecto purificador, el viento y su poder de barrerlo todo... no sólo ofrece un contexto atmosférico muy adverso para los protagonistas sino que, al propio lector le muestra un marco temporal muy definido: hasta el amanecer. Los protagonistas de Galerna no volverán a ser los mismos tras esa noche. Se trata de jugar con los clichés.

-En la historia se busca el lado oscuro de una ciudad preciosa. ¿Nada es lo que parece?

-San Sebastián es una ciudad preciosa y envuelta en un velo de misterio, aún más. Es perfecta para Galerna. Tiene un montón de lugares que generan atmósferas envolventes y es recorrible en una noche, fundamental para la trama. Me hacía mucha ilusión, como en las novelas de Harry Hole de Jo Nesbø, ver un plano de San Sebastián al comienzo de la novela. Es como presentar el escenario.

-Hacer que toda la trama del 'thriller' transcurra en una sola noche debió ser un proceso difícil.

-Muy difícil y muy necesario. Creo que el lector se mete en ese tren que es la trama y sabe el tiempo que queda para que todo salga bien. O fatal. Fue una gran pelea conseguir que las acciones encajaran todas a lo largo de una noche. La sensación de urgencia es imperante y eso ayuda, genera tensión.

-Los protagonistas son personas "reales", alejados de clichés. ¿Por qué?

-Entiendo la gracia que tienen los personajes protagonistas con características excepcionales, pero a mí, a partir de un punto me sacan de la trama. Un protagonista con memoria fotográfica, súper inteligente, con un TOC que no sé qué... como lector, necesito alguien con quien me pueda identificar. Me parecía que personas honradas tratando de hacer su trabajo con integridad ya era atractivo de por sí. Al fin y al cabo Galerna es una novela de currelas, de gente de a pie. Y luego cada uno carga con su mochila: Eva arrastra un secreto del pasado, Otamendi fue degradado y no sabemos por qué... Todos tenemos fantasmas a los que enfrentarnos.

"En el País Vasco apenas ha habido alternancia política y la relación entre lo público y lo privado es estrecha"

-En concreto, Aitor, ¿buscaba en él un personaje en el que todos nos podríamos sentir identificados?

-Aitor es ese novato en su primer día. Todos hemos tenido una primera vez: te sientes inseguro, temes que algo se te escape, percibes que no controlas la situación... Ahí es donde te pones en su piel y quieres ir de la mano con él. Por eso Aitor necesita repasar cada cadáver, cada detalle de la escena del crimen, porque siente que se deja algo. Y en esa obsesión por no meter la pata es donde encontramos un hilo del que tirar.

-La novela no está exenta de critica social.

-No pretendo aleccionar a nadie, me parecería una falta de respeto hacia el lector. Galerna es un thriller procedimental, no una novela social, pero me resulta inevitable poner el foco en los altos fondos ya que es allí, donde se gestiona el poder, donde se cometen los crímenes más atroces. Y en el País Vasco hay estamentos que tienen mucha presencia: los cocineros son celebridades, motivo de orgullo; el clero aún ejerce mucha influencia; la clase política tiene sombras de endogamia... Con esto no quiero decir que ni todos los políticos sean corruptos, ni los cocineros unos depravados, pero hay que admitir que como personajes de ficción dan mucho juego. Y joder, la realidad supera la ficción. Poco después de publicar Galerna un conocido fotógrafo donostiarra fue detenido por abusar de modelos, muchas de ellas menores.

-La trama aborda el enfrentamiento con los poderes establecidos. ¿Sigue habiendo 'intocables' en la sociedad española en general y en la vasca en particular?

-Me surgen más preguntas que respuestas. ¿Gozamos todos de las mismas oportunidades? ¿Existe de verdad la posibilidad para todos, por igual, de alcanzar cotas de poder? ¿Es la justicia igual para todos? ¿Puede ser la venganza un medio para alcanzarla? El País Vasco es un lugar donde apenas ha habido alternancia política y donde las relaciones entre instituciones públicas y privadas son estrechas. Eso ofrece ideas para escribir.

-¿Le ha influido la novela negra nórdica?

-Mucho. Con Stieg Larsson y Los hombres que no amaban a las mujeres me explotó la cabeza. Y tantos otros nombres: Åsa Larsson (Aurora boreal), Camilla Lackberg (La princesa de hielo), Jo Nesbø (El muñeco de nieve)... Pero no sólo en literatura, hay grandes series inspiradoras: Bron, Forbrydelsen, Borgen, El caso Hartung... Por supuesto, como en todas las modas, hay obras buenas y no tan buenas, pero hay que reconocerles a los escandinavos la capacidad de asomarse a los rincones más oscuros del alma humana. Mi aita dice que sólo con una mínima parte de los traumas familiares que muestran en sus novelas tiene suficiente para no pisar Escandinavia.

-¿Estamos viviendo un auge de la novela negra?

-Es que la novela negra te hace partícipe de la trama. Te preguntas quién habrá sido, cómo, por qué... Para mí la clave es no engañar al lector. Me da mucha rabia cuando llevas tres cuartos de novela y el autor se saca una carta debajo de la manga para meterte un giro inesperado. Desde que esa lectora te está dando su tiempo, tú tienes que ponerle las cartas sobre la mesa: los personajes, los hechos... y juegas con los giros, los cliffhangers, los clichés... pero nunca hacer trampa.

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