“La dirección de cine sigue siendo cosa de hombres”
OLIVA ACOSTA | DIRECTORA DE GENERAMMA
Oliva Acosta trabajó en Naciones Unidas para asuntos de género e igualdad en Nueva York en una “anterior vida”, pero la formadora y directora ha desarrollado su trayectoria posteriormente en el ámbito del cine documental. Es fundadora de Olivavá Producciones y directora desde hace cinco años de Generamma, Festival de Cine Realizado por Mujeres de Chiclana, el único de España organizado por una asociación profesional de mujeres del sector, la Asociación Andaluza de Mujeres de los Medios Audiovisuales (AAMMA). Se celebrará del 9 al 13 de septiembre.
A la pregunta de si el resurgimiento del documental podría derivar en burbuja, responde: "El documental vive un momento de gran vitalidad y diversidad, con enorme interés del público y de las plataformas. Más que burbuja, pienso que es una oportunidad: el reto es garantizar que las directoras tengan acceso a esos espacios y que sus miradas no queden fuera de los grandes escaparates. Yo tuve el gran privilegio de rescatar la memoria de las diputadas constituyentes, que gracias a mi documental Las Constituyentes, salieron del olvido y han podido recibir el reconocimiento que merecían, como madres de nuestra Constitución". Oliva Acosta obtuvo el Premio Meridiana de la Junta en 2011, entre otros importantes reconocimientos.
–Generamma cumple este 2025 su 5ª edición ¿qué novedades trae este año?
–La programación crece en diversidad y en alcance: habrá estrenos absolutos en España, como Corina (México) o El segundo Sexo, tras las huellas de Simone de Beauvoir (Francia), y un estreno andaluz, Put your soul on your hand and walk (Francia/Palestina). Gran novedad es también que la sección de cortos se hace internacional. Después del éxito del año pasado en esta edición hemos recibido más de 450 obras. También reforzamos la accesibilidad universal y nuestro compromiso con la sostenibilidad, y lanzamos la campaña de micromecenazgo ‘Enciende Generamma’, que busca sumar la luz de la comunidad al faro del festival.
–¿Por qué en Chiclana?
–Este festival fue un sueño desde que fundamos AAMMA, la Asociación Andaluza de Mujeres de los Medios Audiovisuales. En mi etapa como presidenta tuve la convicción de que debíamos contar con un festival propio que pusiera en valor el cine hecho por mujeres, impulsé el proyecto y desde entonces hemos trabajado para hacerlo posible. Elegimos Chiclana y Cádiz porque es mi base vital y donde primero nos recibieron con los brazos abiertos, y porque creemos en los festivales que nacen del territorio y dialogan con su gente. Aquí hemos encontrado comunidad –era ya un terreno abonado– apoyo institucional y un espacio desde el que proyectar al mundo una mirada feminista y andaluza.
–Ahora la ciudad reconoce su labor transformadora, con el primer Premio ‘Más Chiclana’…
–El premio es un honor personal. Me hace muchísima ilusión este reconocimiento de mi gente, pero sobre todo lo recibo en nombre de todas las compañeras que hacen posible el festival. Yo no dirijo sola Generamma: es un proyecto colectivo que se sostiene gracias a la fuerza de AAMMA y al compromiso de sus más de 260 socias.
–¿Qué películas veía de niña?
–Me fascinaban las películas de aventuras, aunque siempre el protagonista era él y nosotras quedábamos relegadas a papeles secundarios, a ser salvadas o protegidas. Ese cine me atraía pero también me dolía, porque yo no quería ser esa mujer. Prefería la literatura, donde ya encontraba otras opciones. De ahí nacieron mis ganas de contar las cosas de otra manera.
–La dirección y el cine en general ¿siguen siendo cosas de hombres?
–Sí. Aunque hay muchos avances, y las nuevas directoras brillan a nivel nacional e internacional, los datos lo confirman: las mujeres dirigimos menos, contamos con presupuestos un 50% más bajos y recibimos menos premios y estrenamos menos en salas. Generamma existe porque esa desigualdad sigue presente y porque es urgente visibilizar y acompañar a las creadoras.
–¿En qué se diferencia el cine hecho por mujeres?
–Más que hablar de diferencias esenciales, prefiero hablar de miradas. Cuando las mujeres contamos historias, aparecen perspectivas y experiencias que han estado invisibilizadas durante décadas. El resultado es un cine más completo y más cercano a la realidad plural de nuestras sociedades. Un cine que sí nos representa a todas.
–Trabajó para la ONU, en la Conferencia Mundial de la Mujer de Pekín de 1995 e impulsó Women’s Human Rights Net ¿Es el mundo peor hoy para las mujeres?
–Hoy las mujeres tenemos más derechos reconocidos que hace 30 años, pero también más resistencias y retrocesos. Los feminismos globales han demostrado su capacidad de transformación, pero la igualdad plena aún no se ha alcanzado. El audiovisual forma parte de esa misma batalla: sin igualdad en la cultura y en la representación, no habrá igualdad en la sociedad.
–¿Castigan especialmente las guerras a las mujeres?
–Sin duda. En todos los conflictos las mujeres y las niñas sufren violencia sexual, desplazamiento forzoso y la sobrecarga de cuidados. En un momento de tantas guerras abiertas, desde Generamma queremos ser un espacio que haga señales luminosas de paz, conciencia y rebeldía ante la injusticia. Tenemos a Gaza y a Ucrania muy presentes. No queremos ni podemos permanecer indiferentes.
–Un anuncio en una valla publicitaria claramente sexista nos transportó a varias décadas atrás hace poco en Chiclana ¿Se extinguirá algún día el machirulo ibérico?
–Esperemos que sí. Ese estereotipo empieza a ser raro, cansino y viejuno, pero aún persiste. Por eso hay que seguir denunciando y educando. La cultura y el cine tienen un papel clave en ese cambio de mirada. Generamma también es un espacio que cuestiona estereotipos y propone otras formas de representación, inclusivo y abierto a todas y todos.
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