Patricia Galván, humorista: “Me dicen que tengo salidas para todo”

La cómica jerezana visita cuatro provincias andaluzas en las próximas semanas con su nuevo espectáculo.

José de Montfort, periodista: "Estamos seguros de que C. Tangana nos va a dar, pronto, sorpresas"

La humorista Patricia Galván. / Ismael Rubio
Cristina Cueto

31 de diciembre 2025 - 06:30

La cómica Patricia Galván (Jerez, 1987) ha sabido llevar a las tablas sus vivencias personales –que no son pocas– para sacarles punta y arrancar unas carcajadas al público con un espectáculo en el que pesa la improvisación y el diálogo con el patio de butacas. Así lo hace con su espectáculo Hardcore, que ella misma califica como “fuertecito” y en el que “desafía lo políticamente incorrecto”. Tras ser la primera cómica española que ha girado por América, el 7 de enero visitará Sevilla, como parte de la programación del festival Insólito. También estará en Málaga (10 de enero), Granada (11 de enero) y Cádiz (24 de enero).

Pregunta.–Define Hardcore como “un monólogo fuertecito que desafía lo políticamente incorrecto”. Los humoristas siempre han puesto en jaque lo correcto, ¿no?

Respuesta.–Los humoristas siempre hemos sido el bufón de la corte con el peligro sobre la cabeza. Mi espectáculo se llama Fuertecito, porque trata todas esas cosas fuertecitas que nos pasan en la vida e intentamos reírnos de ellas, que es la única manera de sobrevivir.

P.–¿Se ha tenido que autocensurar por lo políticamente correcto?

R.–Pretendo que eso no me ocurra. Otra cosa es que llegues a un sitio y, de repente, tengas a 20 niños en primera fila, que también me pasó en su día. Pero mi manera de actuar es no tener pelos en la lengua.

P.–Aboga por acabar con los límites en el humor, ¿dónde están?

R.–El límite está en gastar una broma a través de tu experiencia y a través de tu persona. Creo que ahí no debe de haber límites. Otra cosa está en la gente que va a insultar o a subirse en un carro que no es el suyo.

P.–¿Por ejemplo?

R.–Al final toco muchos palos, porque la vida me ha hecho así. Tengo sangre gitana, tengo sangre judía, soy bisexual, me criaron mormona y soy andaluza. Creo que puedo hablar de todas esas cosas. Pero por ejemplo, cuando alguien viene y me pregunta qué opino de los negros... pues pregunte a una persona negra.

P.–¿Se refiere a hablar de realidades que desconoce?

R.–Exacto. Incluso hay realidades que conozco, pero no me toca a mí hablar de ellas.

P.–Uno de los puntos fuertes de su espectáculo es la improvisación con público. Debe tener salidas para todo.

R.–Eso me dicen siempre... que tengo salidas para todo. Si soy sincera, cuando empecé en esto me daba pánico que alguien del público me hablara. Pero hay una parte innata que se trabaja. Veo gente que intenta hacer improvisación y no se le da bien. Creo que tienes que nacer con ello.

P.–Es un formato que se está popularizando.

R.–Sí. Es un formato que se ha popularizado en redes, sobre todo. Al final, para nosotros es mejor porque no quemamos el texto. Yo quiero que la gente venga a ver un guion. Pero además, tengo esa capacidad de afrontar mucha improvisación en el espectáculo, que normalmente la hay.

P.–¿Alguna vez se ha visto en un apuro por un público faltón?

R.–Sí, hace unos meses una señora intentó burlarse del acento andaluz nada más comenzar el espectáculo. Cuando vas a un sitio, tienes que hablar de lo que pasa allí, porque cada región tiene sus códigos y sus historias. En Valencia, lo hice sobre las discotecas y la ruta del Bakalao, que siempre hace mucha gracia, y una señora me interrumpió varias veces para burlarse del acento andaluz. Creo que, de una manera muy elegante, la callé un poco.

P.–¿El enfado se lo lleva a casa o se le olvida?

R.–Intento torear de la mejor manera posible y creo que se me da bastante bien. Lo que no llevo bien son las faltas de respeto. Recuerdo una vez que pedí que sacaran a un señor, porque se puso de pie a soltar improperios. Tengo muchísimo respeto al público, es soberano y no ha pagado para ver a un hombre que no está bien.

“Si soy sincera, cuando empecé 
en esto me daba pánico que alguien del público me hablara”

P.–¿Cómo afronta el humor de una comunidad a otra? ¿Se mira los temas de actualidad de cada sitio para hacer bromas?

R.–Me di cuenta, hace muchos años, de que la actualidad que se escucha en una región no es la que se escucha en otra. Al final, yo no vivo en esas regiones y no puedo hacer un chiste como un local. Escribo de vivencias mías y de comparativas universales. Es verdad que integro cosas sobre cada sitio al que voy, pero desde otro punto de vista.

P.–Ha mencionado que tiene sangre gitana, judía, que la han criado mormona... una mezcla explosiva, ¿cómo convive con ella?

R.–Pues convivo creyendo que, a veces, no se me dan las mismas oportunidades que a otras personas. Convivo sabiendo que no he tenido y que, a lo mejor, no voy a tener una vida normal. Convivo así. Pero, oye, muy bien también. A cada uno nos toca lo que nos toca y la mejor manera de afrontarlo es sacándole el humor.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último