Francisco Arteaga | Presidente de la Federación del Banco de Alimentos de Andalucía, Ceuta y Melilla

“No podemos permitir que haya personas que no tengan qué comer”

Francisco Arteaga en el almacén del Banco de Alimentos.

Francisco Arteaga en el almacén del Banco de Alimentos. / Juan Carlos Vázquez (Sevilla)

–Están al inicio de la Gran Recogida. Véndanos esa campaña.

–Se vende de una manera muy clara y directa; hay muchísimas personas que necesitan nuestra ayuda y no podemos negarnos. Cualquiera que se sienta solidario y cercano a las personas que nos rodean, saben que hay muchas que no pueden hacer frente a una necesidad tan básica como es comer. No podemos permitirnos el lujo de no atenderla. Tenemos que concienciarnos que por una cantidad en lugar de gastarnos en algo que no es imprescindible, podemos ayudar a alguien que no puede comer.

–No se trata, como siempre dicen, de dar lo que nos sobra, sino lo que necesiten otros.

–No queremos que haya héroes, aunque existan. Hay que salir de la zona de confort, el no hay que pensar que como no nos afecta, no hacemos nada. Tenemos que concienciarnos, no sólo porque mañana podemos ser nosotros, sino porque puede ser un hermano o un familiar, o cualquier persona que pasa por una mala situación.

–Superábamos la pandemis y nos ha venido encima una guerra.

–Hay una expresión muy utilizada que puede quedar desvirtuada, lo de la tormenta perfecta, pero parece que en este caso se han juntado todos los factores. Además, la actual inflación afecta principalmente a los alimentos de la cesta básica. Se ha notado en la bajada de donaciones.

–¿Están los almacenes en niveles bajos?

–Tampoco se puede simplificarlo así. En un momento dado pueden estar llenos porque ha habido una compra importante, pero tenemos una gran rotación, de entradas y salidas.

–¿Las fechas de la Gran Recogida, les ayuda?

–Son fechas de encuentros familiares y es cuando uno puede pensar con más claridad en los demás.

–¿Sómos solidarios los andaluces?

–Muy solidarios. Lo que ocurre es que en Andalucía, el nivel de renta y el desempleo, es menor, hay más necesidad respecto a otros territorios, así que tenemos que compensarlo siendo más solidarios y lo somos, sin duda.

–Por buscar un aspecto positivo, estas épocas tan dramáticas, les han servido para reivindicarse.

–Desde el punto de vista de repercusión social, es cierto, a pesar de que no tenemos ningún afán de notoriedad. Estamos formados por voluntarios. Nuestro protagonismo, no lo buscamos para lucir como entidad. Si buscamos una proyección social es por hacer mejor nuestra labor. Si no nos conocen, es difícil solidarizarse con nuestra labor. Al fin y al cabo somos un nombre y un envoltorio de la sociedad que necesita que abandere su espíritu solidario.

–Lo de los voluntarios es una de las mejores donaciones.

–Todas son muy importantes, la de alimentos físicos y las económicas. Hay otras que son igual de valiosas, como son las de su tiempo y su entrega.

–¿Se ha dado de bruces con algún drama de gente que no tiene para comer?

–Aquí, no. Me toca la función de dirigir y representar al Banco de Alimentos y, aunque a veces me toque estar como un voluntario más, son ellos quienes viven de cerca esa realidad, pero sí las hay, sin duda. Aun así, la red de solidaridad de Andalucía es muy amplia y es difícil que una persona se quede desasistida, tanto de alimentos como los suministros básicos. Nosotros sí cubrimos lo esencial.

–¿Le ha cambiado el llevarse a casa lo que vive de gente que no tiene para comer?

–Me prejubilé hace unos años y me planteé la vida para disfrutar de mis hijos, nietos y mis aficiones. No tenía pensado seguir este camino, pero me convencieron para hacerlo. Conforme me fui metiendo más y comprobé lo que hacen y con qué espíritu lo hacen, he cambiado. Si con mi granito de arena, contribuyo a que se movilice más gente, me doy con un canto en los dientes.

–¿Qué es lo más extraño que ha entrado en este almacén?

–No tenemos una relación directa con el usuario final de esa ayuda. Distribuimos a más de 250 puntos de entrega. No llegan muchas casuísticas.

–¿Y alimentos?

–A veces llega algo que no es lo que más necesitamos, por ejemplo muchos paquetes de snacks o patatas fritas, es decir productos de disfrute más que de la cesta básica, pero también llegan a esas entidades.

–Este fin de semana voy a hacer la compra. ¿Qué tengo que poner en los puntos de recogida?

–Hay varias opciones. La primera los productos básicos: leche, aceite, arroz, caldo y legumbres. Cualquier otro como latas de conservas con bienvenidos. Después viene la donación de efectivo en caja. La donación física tiene corazón, la económica tiene la ventaja de que podemos comprar lo que te falta; ese dinero se puede modular en el tiempo, el coste de la logística no existe y sólo se destina a alimentos.

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