España

Sánchez y Feijóo multiplican reproches mutuos en el cara a cara más duro

Un momento del debate entre Sánchez y Feijóo

Un momento del debate entre Sánchez y Feijóo / Fernándo Sánchez / EP

El pleno del Senado vivió este martes el cuerpo a cuerpo más duro entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, con descalificaciones recíprocas que desde las bancadas socialista y popular se considera que eran esperables teniendo en cuenta que el 28 de mayo está a la vuelta de la esquina. Fue un debate de precampaña en el que el motivo de la comparecencia de Sánchez, las medidas para hacer frente a las consecuencias de la guerra de Ucrania, sirvieron para sacar pecho al jefe del Ejecutivo y también se convirtieron en una excusa para hablar de múltiples asuntos de política nacional. La ley de vivienda, la reforma de la ley del sólo sí es sí, los planes de la Junta de Andalucía en el Parque Nacional de Doñana o el bloqueo de la renovación del Consejo General del Poder Judicial permitieron escuchar críticas que ya se habían dedicado en ocasiones precedentes Sánchez y Feijóo y otras a las que han dieron suelta en un agrio cara a cara.

Que el líder del PP actúa por insolvencia o mala fe ya había sido el hilo argumental de Sánchez en algún debate anterior en el Senado y volvió a echar mano de esa acusación pero adornada con otros reproches que tenían como objetivo evidenciar que los españoles no pueden confiar en él y que su salto a la política nacional desde la Xunta ha sido un “chasco”. “No sé si esto le viene grande o esto le queda lejos”, le espetó, tras asegurar que manipula los datos económicos, que actúa con deslealtad yendo a Bruselas a hablar mal del Gobierno y de España y que en más de un año como máximo líder de los populares no le ha escuchado ni una propuesta constructiva. Feijóo no se quedó atrás en su ataque pronosticando una enmienda a la totalidad de la gestión del presidente del Gobierno y llamando a “derogar el sanchismo” y acabar con un Ejecutivo roto dividido “en tres fracciones y veinte siglas”. “Sólo le queda darse cuenta de que tampoco va a sumar (...) Ni con todas las minorías que se les ocurran podrá frenar la fuerza del cambio”.

Es decir, Sánchez y Feijóo no sólo se enzarzaron en un claro contexto preelectoral ante los comicios del 28 de mayo, sino pensando también en la cita electoral que vendrá unos meses después, en diciembre si es que el presidente del Gobierno mantiene su previsión.

Con la vista puesta en esas citas con las urnas, el jefe del Ejecutivo volvió a pedir confianza para las políticas progresistas que afirma abanderar y siguió estirando las promesas en materia de vivienda.

En esta ocasión han sido 20.000 las viviendas públicas para alquiler asequible que ha anunciado que se van a construir en terrenos propiedad del Ministerio de Defensa.

Y echó mano de la calculadora. Si a esas viviendas se añaden las 50.000 acordadas por la Sareb y las 43.000 que anunció en el Congreso la pasada semana financiadas con créditos ICO, la suma total asciende a las 113.000.

Irónico, Feijóo interpretó esos anuncios como “el milagro de los panes y los pisos”, le pidió que no insulte a la inteligencia de los españoles y quiso poner el acento en un problema como el de los okupas haciendo a su vez otra promesa: si gobierna tomará medidas para que en un tiempo exprés tengan que abandonar viviendas las personas que las hayan ocupado sin contrato de alquiler o compraventa.

Tampoco dejó pasar Feijóo el pleno sin ahondar en la herida del enfrentamiento en el seno del Gobierno llegando a hablar de los ministros de “Podemos 1” y “Podemos 2”, en referencia, respectivamente, a los pertenecientes a la formación morada y a la vicepresidenta Yolanda Díaz.

Acusó a Sánchez de haberse “podemizado”, de ofrecer sólo “populismo e independentismo” y de ser un lastre para sus barones autonómicos, y ambos se han cruzado reproches en torno a sus llegadas al liderazgo de sus respectivos partidos. Si el líder del PP cree que el dirigente socialista se hizo con las riendas del PSOE con la “manipulación de las urnas”, Sánchez contestó a Feijóo que fue aupado a la presidencia popular “para tapar el caso de corrupción de una dirigente popular”, en alusión a Isabel Díaz Ayuso. Campaña electoral pura y dura.

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